
Viernes 5 de mayo. Desde las siete de la tarde (y hasta las 11 de la noche), se abren las puertas del edificio polifuncional de la montaña en el pueblo de Filorera. A cambio de 10 euros de inscripción en esta tercera edición de la concentración bloquera de Melloblocco, recibimos una bolsa con los croquis de los 274 bloques dispersos por Vall de Mello, otra hoja aparte con los 9 bloques más duros (en total, 283 problemas que van del IV al 8b), un par de medias suelas de regalo, un cepillo y una camiseta. Hace una noche muy húmeda.

Entre Filorera y San Martino hay un camping pero, claro, está lleno y la gente acaba durmiendo donde puede. La excelente relación que la organización mantiene con ambas localidades logra que no haya problemas con tan masiva afluencia: alrededor de 1.500 escaladores; 953 inscritos.
Madrugón y nubes

Al día siguiente, a las 08.30 vuelven a abrir las puertas para seguir con el resto de inscripciones. El cielo está nublado, pero no llueve. Desde el pueblo de San Martino sale un minibús con frecuencia, que, incluido en la inscripción, te sube a la zona de los bloques, ya que en el valle no se puede aparcar el coche (100 euros de multa).
Una ligera brisa va secando los bloques. No todos los problemas puntúan para la competición, sólo los 9 más duros, y a las 12 del mediodía ya hay gente probándolos. Después del primer día de escalada, la noche llega con un concierto y fiesta en el edificio polifuncional, de Filorera.
Caras conocidas
Al día siguiente, con cielo despejado, sol, y escaladores sin camiseta, toca decidir al ganador de competición. Y fueron el italiano Mauro Calibani y el francés Tony Lamiche -entre otros destacados especialistas como el joven americano Daniel woods, el francés Daniel Du Lac, o el veterano Jacky Godoffe-, los únicos que lograron resolver la totalidad de los problemas marcados por la organización, y por tanto puntuables, mientras que en féminas Barbara Zangerl fue la más destacada.
A eso de las seis de la tarde, con la entrega de premios y un gran sorteo de material entre todos los participantes, se cerraba la tercera entrega de Melloblocco, la mayor concentración bloquera del continente.
Luis y Alberto Aguas