La táctica de asedio utilizada en la vía del Compresor es quizás el ejemplo más atroz de la filosofía alpina que llama a conquistar la montaña utilizando cualquier medio y dejando en ella clavos, parabolts, cuerdas y cables. Esto significa la degradación de una vía, dejándola accesible para aquellos sin la habilidad o nervio necesario para escalarla con estilo. Es el equivalente alpino a cazar con frontales.
Por desgracia, cualquiera puede observar el daño en muchos sitios, especialmente en las Dolomitas donde las primeras vías abiertas en los años veinte con un gran estilo, se encuentran ahora expansiones cada pocos metros.
Gracias a Dios hay unos pocos jóvenes escaladores como Hayden Kennedy y Jason Kruk que ejemplifican las mejores virtudes del alpinismo. A la grandiosidad de la arista sureste del Cerro Torre le han quitado las cadenas y, ahora, puede ser una fuente de inspiración para los futuros alpinistas que tengan el valor de escalarla en vez de subirla de cualquier manera.