Entre finales del año 2000 y principios de 2001, el gran Patrick Bérhault llevó a cabo su Voyage Alpine, una travesía de los Alpes que comenzó en Eslovenia y terminó en el Mediterráneo. Salió el 26 de agosto desde el Triglav y llegó el 9 de febrero a la playa francesa de las Sablettes à Menton. Por el camino ascendió 141.683 metros de desnivel positivo, de los cuales 22.280 de escalada. Sin embargo, lo más importante para él fue el enriquecimiento personal que le supuso la experiencia.
Patrick Bérhault falleció en Suiza el 28 de abril de 2004, al sufrir una caída mortal a 4.400 metros cuando completaba la arista que une Tasch-horn con el Dom, en el macizo de Valais, junto a su compañero de cordada en aquella época Philippe Magnin. Se encontraba en pleno proyecto de intentar ascender los 82 cuatromiles de los Alpes en 82 días.
En aquel momento tenía 47 años, pero ya había dejado una huella profunda en las siguientes generaciones del alpinismo francés y mundial. Una huella que se hace patente ahora, en el proyecto que han iniciado los jóvenes Yann Borgnet (23 años) y Yoann Joly (21) y que consiste en reeditar la travesía de Bérhault en sentido inverso, ascendiendo 25 grandes picos a lo largo de 1.500 km de travesía alpina sin utilizar medios motorizados.
Yann Borgnet reconocía en la presentación del proyecto que «tenía catorce años y estaba en Chamonix para un stage de la ENSA durante el que vi la película del cruce de los Alpes por Bérhault. Fue en ese preciso momento que me fijé dos objetivos: repetir la ruta Gousseault-Desmaison a las Grandes Jorasses -un sueño que cumplí en 2011- y un viaje como ese de Patrick». Cuando conoció a Yoann Joly, todas las piezas encajaron y sólo fue cuestión de tiempo hasta que se pusieron en marcha.
Alpine Line Project
El dúo ha decidido ir un poco más allá de su mentor e inició su periplo el 14 de febrero con la ascensión al Monte Cinto, punto culminante de la isla de Córcega, donde los Alpes resurgen del fondo del Mediterráneo tras sumergirse bajo sus aguas en la Costa Azul. El punto final, eso sí, será en el Triglav, la gran cima de los Alpes Julianos (Eslovenia).
Además de escalar, su travesía los llevará a utilizar varios medios de locomoción, todos ellos con el denominador común de no ser motorizados. En la isla de Córcega ya hicieron buena parte del recorrido en bicicleta de montaña; y cruzaron el Mediterráneo en velero; han nadado en las playas de la Costa Azul, y se han desplazado en esquí de montaña en el crudo invierno alpino. También tienen previsto volar en parapente en los próximos días.
De momento, ya se encuentran en las primeras de las montañas serias, y han realizado la ascensión invernal del Corno Stella a través de la vertiente italiana, acompañados de Christophe Dumarest. Este es el primero de los muchos compañeros de viaje con los que irán tomando contacto a medida que avance su travesía. Calculan que necesitarán cuatro meses (les quedan algo más de tres) para realizar todo el recorrido previsto.