A día de hoy, el equipo de Al Filo formado por José Carlos Tamayo, Iñaki San Vicente, y Mikel Zabalza lo sigue intentando con el Sarmiento, en la Tierra de Fuego chilena. Llevan allí más de un mes, y las últimas noticias son que han llegado al campo I, alrededor de los 1000 metros de altitud, de los aproximadamente 2500 que tiene la montaña. Su lucha con la meteorología patagónica es constante.
La naturaleza allí es salvaje y despiadada. Como es sabido, el Sarmiento recibe toda la fuerza de las tormentas del Pacífico, con lluvias y vientos casi ininterrumpidos. El director del equipo, Sebastián Alvaro, asegura que el equipo español se ha puesto como límite el 3 de abril. Si ese día no han conseguido su objetivo, recogerán sus bártulos y vuelta a casa desde Punta Arenas.
Doble cima
No en vano, esa montaña cuenta con escasísimas ascensiones. La primera, a la cima este y principal, la que ha intentado sin éxito hasta el momento el equipo español, fue realizada en 1956 por Carlo Mauri, compañero de Walter Bonatti en aquellos tiempos. Desde entonces esta cima no ha vuelto a ser pisada. Hasta 1986 no sería ascendida la cima oeste. Lo lograría también un equipo italiano, integrado por Daniele Bossio, Marco Della Santa, Mario Panzeri y Paolo Vitali.
En 1995 una nueva vía sería trazada en el difícil monte. Fue por la cara suroeste de la cima oeste. En esta ocasión, hacen cumbre Tim Macartney-Snape (AUS), John Roskelley (USA), y el reputado alpinista Stephen Venables (GB).
Ya a mediados del XIX, Charles Darwin lo llamó «El objeto más magnífico y destacado de estas regiones… Cuando el sol brilla ofrece un aspecto lleno de luz y esplendor». No es usual que el sol brille. Cuando el británico Venables regresó de su exitosa expedición, en 1995, aseguró: «En tres semanas sólo un día, el de cumbre, salió claro».