‘LA CROISADE’ (600 M, M7+, A2, 5+)

Symon Welfringer y Tom Livingstone abren una dura ruta en la Aiguille des Pélérins

El francés y el británico trazan ‘La croisade’ (600 m, M7+, A2, 5+) en la cara norte de esta aguja alpina. Les quedó por liberar un impresionante techo que podría llegar al M10.

Symon Welfringer y Tom Livingstone en 'La croisade' en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).
Symon Welfringer y Tom Livingstone en ‘La croisade’ en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).
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Symon Welfringer y Tom Livingstone abrieron días atrás una nueva ruta alpina en plena cara norte de la Aiguille des Pélérins. Se trata de una línea directa y muy exigente de unos 600 metros de desnivel, marcada por un techazo que se erige como su sección clave y más dura. La bautizaron como La croisade y, aunque no consiguieron liberarla completamente, ya responde a una graduación de M7+, A2, 5+, con potencial de llegar a M10 según su valoración.

Vecina de Beyond good and evil

Según cuenta Symon Welfringer en sus redes sociales, ya tenía aquella línea en su cabeza desde 2019, cuando escaló la vecina Beyond good and evil. Posteriormente, supo de la actividad de Jeff Mercier y Xavier Cailhol, que se fijaron también en el citado techo y terminaron abriendo Flammes de l’enfer como variante de Beyond good and evil.

Topo de 'La croisade' en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).
Topo de ‘La croisade’ en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).

Tom Livingstone y Symon Welfringer ascendieron hasta la base de la cara norte de la Aiguille des Pélérins el 31 de enero. Aquel día escalaron los primeros largos de Flammes de l’enfer (M5, M6 y M6), equiparon parte de las secciones más duras que se presentan a continuación y descendieron al refugio para pasar la noche.

Un desafío en forma de fisura de techo

Madrugaron para regresar cuanto antes al punto más alto del día anterior y meterse en el meollo del asunto. Tras una sección compleja de roca (M7) alcanzaron el lugar donde se desvía Flammes de l’enfer y la base del enorme techo: 30 metros de escalada a través de una fisura desplomada de 45º. “Impresionante”, resume Welfringer. Primero Tom y luego Symon trataron de escalar todo lo posible en libre, para verse obligados a tirar de artificial ante la dificultad técnica y la fuerza que exige en desplome tal en ese entorno, a 3.000 metros en pleno invierno en los Alpes.

Symon Welfringer y Tom Livingstone en 'La croisade' en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).
Symon Welfringer y Tom Livingstone en ‘La croisade’ en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).

Tras salir del techo, La croisade todavía está lejos de haber terminado. Siguen otros seis largos de escalada más que interesante hasta alcanzar la arista somital. Los tres primeros mantienen una dificultad sostenida entre M5 y M7, e incluso Symon Welfringer resolvió algunos pasos en artificial (A2) en uno de ellos, aunque considera que deberían salir en libre sin demasiados apuros.

Desglose de largos: L1 M5, L2 M6, L3 M6, L4 M7+, L5 M6+, L6 A1 (M10?), L7 M5, L8 M6+/A2, L9 M5 y unos 100 metros más de terreno fácil.

Symon Welfringer y Tom Livingstone en 'La croisade' en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).
Symon Welfringer y Tom Livingstone en ‘La croisade’ en la cara norte de la Aiguille des Pélérins (Foto: @symon9v).

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