La subida de las temperaturas con la llegada de la época estival, unida a la ingente acumulación de nieve en el Pirineo han hecho activarse todas las alarmas por el riesgo de aludes en la cordillera fronteriza. La llegada del calor anima a muchos para salir a la montaña y la inminente presencia de julio en el calendario puede hacer que poca gente tenga esto en cuenta. Se recomienda mucha prudencia y ya, desgraciadamente, una barcelonesa de 66 años fallecía este fin de semana arrastrada por un alud en el macizo de Neouvielle.
La recientes mediciones efectuadas en la zona superior del glaciar del Aneto indican que la nieve acumulada puede llegar a superar los seis metros de altura, haciendo que la situación por encima de los 2.500 puede tornarse comprometida si no se cuentan con los conocimientos y materiales de alpinismo invernal necesarios. Esta infrecuente estampa del Pirineo se ha hecho con un buen puñado de tresmiles, y algunas cotas llegan a superar la cantidad de nieve acumulada de la estación fría.
Úrsula Willies, de 66 años y vecina de Barcelona, fallecía el fin de semana en el macizo de Neouvielle cuando se separaba de su grupo y un alud se avalanzaba sobre ella, arrastrándola 300 metros y acabando con su vida al instante debido a los traumatismos que le ocasionaba.