El austriaco David Lama y los suizos Stefan Siegrist y Denis Burdet, acompañados por el fotógrafo Rob Frost y el cámara Stefan Schlumpf, llevaron a cabo entre mediados de septiembre y principios de octubre una expedición a la zona de Cachemira, en el Himalaya indio, con dos interesantes ascensiones. Por un lado, los tres alpinistas inauguraron una nueva ruta al Cerro Kishtwar (6.155 m) y por el otro, Siegrist y Burdet se hicieron con la primera ascensión al hasta entonces pico virgen conocido como White Saphire (6.040 m).
Los problemas políticos entre India y Pakistán habían mantenido esta zona rica en montañas de 5.000 y 6.000 m cerrada al alpinismo durante casi 20 años. Los controles militares que se encontró la expedición a lo largo de la aproximación hasta el Saphire Valley daban buena cuenta de ese pasado conflictivo todavía muy reciente. Tras alcanzar el campo base (4.000 m) el 11 de septiembre, los alpinistas tuvieron claro que tenían que adentrarse más en el glaciar y montar un campo base avanzado mucho más cerca de la pared. Unos días más tarde, lo hacían en una plataforma que liberaron de piedras a unos 5.000 m y donde apenas tenían espacio para sus dos tiendas.
Después de dos días de reposo de nuevo en el campo base, el 26 de septiembre regresan al CBA, con la intención de iniciar la escalada al Cerro Kishtwar al día siguiente. “Empezamos cruzando un largo campo de nieve, y después entrando en un terreno mixto”, cuenta David Lama en su blog, donde añade que “la roca es mala y los 40 cm de nieve fresca dificultan increíblemente nuestro avance”. Hacia las nueve de la noche, consiguen alcanzar un plateau al lado de una cascada de hielo y montan allí el C1.
A primera hora de la mañana, recorren los 400 metros de campo de nieve que les restaban hasta la base de la pared, donde superan un par de largos de roca antes de encontrarse el inicio de la línea de hielo que asciende la arista sur. Antes de ir a por ella, sin embargo, deciden descansar un día en C1.
El 30 de septiembre es la jornada decisiva. Se levantan a las tres de la madrugada, bajo un frío gélido y con el equipo congelado: “Derretimos hielo para hacer agua, calentamos nuestras botas sobre el hornillo y nos ponemos en marcha”, detalla Lama. En seguida se sitúan al inicio del hielo, donde el austriaco empieza como primero: “El hielo –en realidad nieve helada- es fantásticamente suave. Cada golpe con el piolet llega a buen puerto, aunque los tornillos son superfluos, ya que no nos aguantaríamos si cayésemos. De vez en cuando, soy capaz de colocar algo de material, aunque largos alejes y purgas de nieve están a la orden del día. Cada pocos minutos tengo que agachar la cabeza y soportar una ducha a -25ºC”. Antes de mediodía, alcanzan la arista sur y, tras algunos pasos de roca de grado 6a, acceden al campo de nieve cimero.
Poco después de la una de la tarde, David Lama, Stefan Siegrist, Denis Burdet y Rob Frost hacen cumbre en la cima sur del Cerro Kishtwar. Deciden bautizar su ruta como Yoniverse (1.200 m, WI5, 6a) y el joven alpinista austriaco destaca que “hicimos toda la línea sin un solo parabolt, y escalando en estilo alpino”. Según parece, sería la segunda ascensión de esta montaña, escalada por primera y única vez en 1993, a cargo de Mick Fowler y Steve Sustad.
Después del éxito conseguido en el Cerro Kishtwar, Stefan Siegrist y Denis Burdet decidieron aprovechar al máximo la ventana de buen tiempo e intentar la primera ascensión de la que se tiene noticia de un pico que habían oteado durante la aproximación, al que llamaron White Saphire (6.040 m). La pareja de alpinistas suizos reaizó esta ascensión también en estilo alpino, a través de la vertiente norte, en un ataque de tres días de duración.