Carta pública enviada a la redacción de Desnivel:
«El día 18 de junio, a las 17 h. aproximadamente, tres montañeros de Iruña federados, y en posesión de la tarjeta FEDME nos presentamos en el refugio de Aiguile de Goûter para descansar y recobrar fuerzas.
Realizamos el consiguiente gasto de consumiciones con la intención de partir a las 12 de la noche hacia la cima del Mont Blanc (4.808 m). No teníamos intención de reservar la media pensión porque apenas se puede dormir y el precio es alto.
Hacia las 20:30 h. nos comunicaron a gritos, y de malas formas, que o bien pagábamos la cama o tendríamos que dejar el refugio. Nosotros les requerimos que nos enseñaran el reglamento por escrito y nos facilitaran el libro de reclamaciones.
Ante esta petición la actitud de algunos responsables o gestores del refugio (un tal Batis y otro moreno delgado con perilla) fue mucho peor, empujaron a uno de nosotros y empezaron a decir y representar groserías de muy mal gusto, con lo cual nos sentimos muy vejados. Dichos como: “todos los españoles, puerta-puerta, amenazas de expulsión del refugio, hacer gestos burlescos subido encima de la mesa”.
Todo esto sucedía delante de toda la gente que en ese momento se encontraba en la sala de estar-comedor. Muchos eran guías, de los cuales observamos una actitud hostil hacia nosotros y conformista con el trato vejatorio que estábamos sufriendo.
Al final nos cobraron a cada uno 35 €. La siguiente sorpresa fue que no teníamos cama, y la solución era estar sentados o tumbados encima de las banquetas o en el suelo ¡¡Increíble!!. Nunca pensamos que en este refugio nos íbamos a encontrar con estos irresponsables, cuando precisamente tanto la fama como el buen hacer han precedido la actuación de los franceses en toda la historia del alpinismo y han sido nuestro referente sin lugar a dudas.
Incluso nos dijeron que nos iban a enviar a los gendarmes, que por cierto no fueron capaces de ello, y nosotros sí que nos pusimos en contacto con los gendarmes para explicarles nuestra versión de los hechos. La Gendarmería se puso en contacto con los gestores del refugio, y a partir de entonces nos dejaron en paz.
Al día siguiente nos presentamos en el Club Alpino Francés de Chamonix para hacer la reclamación, y no fue posible debido a que el refugio Aiguile de Goûter no es de su competencia y pertenece a la delegación de ST Gervais-les Bains. Al menos nos dieron la dirección de París para que pusiéramos la reclamación correspondiente.
Poco después nos presentamos en la Gendarmería de Chamonix para dejar constancia por escrito del trato vejatorio y del la imposibilidad de hacer una reclamación en el libro de reclamaciones del propio refugio, según ellos porque no lo tenían) ¡¡Nos parece inaudito que esto suceda en el refugio de goûter!!
No fue posible dejar por escrito la reclamación en la Gendarmería debido a que no admiten reclamaciones de este tipo a no ser que haya lesiones. Nuestra intención no es otra que denunciar el caso por escrito para que las autoridades francesas se hagan cargo y pongan un poquito de civilización en este refugio de Aiguile de Goûter.»
