El presente verano austral ha llevado a una numerosa y motivada representación de nuestro país hasta El Chaltén y la roca patagónica. Desde allí, hace unos días informaba Oriol Baró del par de aperturas que había realizado con Jordi Corominas en los cerros Norte y Moyano. Además de ellos dos, también Manu Córdova y Jonathan Larrañaga han decidido dedicar cierto tiempo de este desapacible invierno en Europa para disfrutar de las montañas de Patagonia.

Manu Córdova lo ha hecho en compañía del escalador italiano Korra Pesce, su compañero de cordada en su primera experiencia patagónica. Y no han perdido el tiempo que digamos. De momento ya han conseguido sendas interesantes ascensiones en la Aguja Mermoz y la Torre Egger.
Vol de Nuit hasta la cima de la Mermoz
“Una vía de mixto fantástica en una aguja rocosa con una cima muy afilada”, es la descripción resumida que hace Manu Córdova de su primera actividad relevante en el macizo del Fitz Roy. Vol de Nuit es una vía abierta en la cara este de la Aguja Mermoz en 1993 por el británico Andy Parkin en solitario. Sin embargo, tanto él como el resto de repeticiones que ha experimentado (entre ellas la primera invernal de Ian Parnell y Andy Kirkpatrick en 2002) se retiraron al alcanzar la arista cimera, unos 50 metros por debajo de los 2.730 m de la cumbre, según la exhaustiva documentación recopilada por Rolando Garibotti en su página web Pataclimb.com.
Manu Córdova y Korra Pesce han completado, pues, la primera ascensión de la vía hasta la cumbre, realizada bajo unas condiciones estupendas: “Frío, sin mucho aire y con mucha motivación”, señala el alpinista aragonés, quien agrega que fue “una experiencia fantástica el investigar el camino hacia la cumbre una vez estás en el collado”. A nivel técnico, las máximas dificultades se hallan en una serie de dos diedros de granito en los que hay que tirar de bíceps, y que Córdova estima en un grado de M8 o M6/A2.
Huber-Schnarf a la Torre Egger
Una jornada de descanso fue suficiente para recuperar las fuerzas e intentar la siguiente ventana anunciada de un día de buen tiempo para ponerse en marcha hacia una nueva actividad de consideración en la Torre Egger, “la cima más difícil de todo el macizo y probablemente de toda la Patagonia” para Manu Córdova. Su objetivo, la vía Huber-Schnarf de la arista norte, un itinerario abierto por Thomas Huber y Andi Schnarf en 2005.
Aunque la ruta sobre la Torre Egger cuenta con unos escasos 200 metros (con dificultades de hasta 6b+), lo cierto es que para llegar hasta su pie (en el collado de Lux) hay que recorrer un largo camino que pasa por el Cerro Standhardt y la Punta Herron. Korra Pesce y Manu Córdova eligieron escalar parte de la Exocet en el Cerro Standhardt para enlazar por la ruta del Caracol del mismo pico antes de rapelar y escalar un largo hasta alcanzar el collado Standhardt-Egger. Una vez allí, ascendieron hasta la cima de la Punta Herron por la vía Spigolo dei Bimbi (350 m, 6b), y rapelaron hasta el collado de Lux para acceder al pie de la Huber-Schnaf.
“Una escalada preciosa, unos 1.050 m de escalada y 1.800 m de desnivel desde Niponino, de donde salimos; vamos, una larga jornada de escalada para conocer a fondo el estilo patagónico”, sentencia Manu Córdova, quien calcula que invirtieron 23 horas en ello y apunta que se trataría de la primera nacional a la Torre Egger. “Por supuesto una ascensión de estas no viene sin contratiempos, y es que a Korra le dio por perder uno de sus pies de gato al pie de la Egger… 6b de placa mojada con botas, toda na experiencia”, añade.