Manu Córdova mandaba un mensaje a nuestra redacción felicitando el año nuevo y apuntando que él lo había despedido con «una actividad chula que nos marcamos», con Javi Bueno y Jonatan Larrañaga. La citada actividad no es otra que la primera repetición de lo que él mismo califica como de «vía mítica del tercer muro de Gavarnie». Se trata de Un divo listo, una línea de 200 m (V+/5+, 6a/A3) abierta en 1997 y que había caído en el olvido desde entonces.
Era «un problema hasta la fecha sin resolver, sin repetir, sin apenas información, solamente el grado… todo un misterio«, explica Manu Córdova. José Luis García, Jorge Pereira y José Manuel Fernández la completaron el 10 de marzo de 1997, tras la apertura de los dos primeros largos por parte de Maxi y José Luis en un año anterior. «Algunos intentos frustrados de alpinistas de renombre a esta vía la han dejado en el olvido casi 20 años«, apunta Manu.
De hecho, como él mismo apunta, no existe mucha información al respecto de aquella apertura. El propio Manu Córdova la describe como «una vía que recorre un desplome de roca adornado con colmillos de hielo; salvo la entrada y la unión con Aloïs, no pinchas nada; eso nos hace pensar que puede ser un buen reto para finalizar el 2016 con una sonrisa de oreja a oreja dado que se encuentra muy seca la pared y las condiciones son aparentemente buenas«.
Javi Bueno llevaba ya tiempo con la repetición de Un divo listo en la cabeza, pues es una de las pocas líneas que quedaban por repetir en Gavarnie. Jonatan Larrañaga y Manu Córdova se dejaron convencer… «¡Somos fáciles!», exclama Manu. Así que «unos mensajes con Daniel Lanne [local de Gavarnie y miembro de la Gendarmerie Haute Montagne] nos animan todavía más para intentar esta actividad en el día y desde Bujaruelo; la idea principal es repetirla, pero ¿se podrá hacer en libre?».
El estilo cuenta
Repetir una vía olvidada en ese famoso rincón de los Pirineos es un buen proyecto, pero el estilo es irrenunciable. «La verdad es que escalarla con crampones parecía lo más lógico», reconoce Manu Córdova, quien se dejó llevar por la intuición de Javi, que fue quien le comentó que llevara los gatos, pues ya había tenido tiempo de analizar la línea, las condiciones y la logística. «Con una visión más moderna, en libre y a las bravas, sin probar ni dejar el material puesto; al menos un pegue bueno le vamos a dar», añade Manu.
La primera dificultad de la actividad consiste en llegar hasta la base del tercer muro. Necesitaron 4:30 horas para superar los 12 km de distancia y 1.500 metros de desnivel y poder comenzar la escalada propiamente dicha. «La logística incluye el reparto de la vía, fundir nieve mientras uno escala, liar un cigarro para el compañero, todas aquellas cosas que a veces se pasan por alto pero que hacen que una actividad se lleve a cabo con éxito, con un ambiente de amistad y compañerismo del cual disfrutamos cada día más», explica Manu, que fue el encargado de abrir las hostilidades.
El aragonés narra su progreso: «Le doy un pegue y… ¡sorpresa! El primer largo ha salido, y no será por las veces que casi me caigo por rotura de presas… Pero ver cómo avanzas por esa roca en libre viendo que hay algún plomo instalado te hace dar todo lo mejor de ti. Queda como de 6c+, según qué cantos agarres, pues hay muchos cantos trampa. En el segundo largo, la roca mejora, además del hecho de conocerlo porque recorre el mismo paño que la vía El aliento del diablo, abierta posteriormente. El tercero me hace sudar y, para lograrlo, me esmero, pero cuando me doy cuenta estoy en la reunión. ¡Ya lo tenemos! Será 6c+ o 7a, muy difícil de cotar ya que vas cansado, frio y a las bravas, pero por ahí andará; bastante físico.»
Variante más difícil
Esos tres largos conforman la parte independiente de la vía. A partir de entonces, los aperturistas optaron por salir hasta la cima por la cortina de hielo de Aloïs. Sin embargo, nuestros protagonistas se encontraban con ganas de escalar algo más vertical y con un punto más de dificultad, así que «nos fuimos por un diedro para enlazar con la parte final de la vía El aliento del diablo, porque nos parece una conexión muy estética y además tendremos la oportunidad de abrir un largo bonito como de V+ o 6a».
«Descendemos en rapel y deshacemos el camino a pie, esta vez en 4 horas. Otros 12 km, 1.500 metros de desnivel, pero ahora casi todo cara abajo… ¡qué regalo! Es la hora de cenar cuando llegamos al coche, son las 21:00 horas. 17 horas de actividad se merecen brindar con cerveza y torreznos en Fiscal, celebrando el fin de año un día antes. 30 de diciembre de 2016 un día que recordaremos siempre», concluye Manu Córdova.
Si repetidos ya sabemos que estaban!! Hasta ahi llegamos y si quieres te damos nombres y apellidos, la noticia es pasar por ahi en libre y a vista. Eso es otra cosa.
Los primeros largos saliendo por el aliento ya estaban repetidos hace años sin necesidad de ir corriendo a contarlo a Desnivel.
Buah!! High level maños míos…