Memento mori es una de las líneas de escalada mixta más difíciles del Pirineo. Combina largos de hielo con otros de roca en los que es necesario calzarse los pies de gato, y encima promete un grado de exposición notable. Situada en el Tercer Muro de Gavarnie, fue abierta en 2011 por la cordada formada por Martín Elías, Unai Mendía y Albert Salvadó, que atribuyeron a sus 240 metros una cotación de ABO-, RS4. Desde entonces, nadie más la había escalado.
Manu Córdova había escuchado hablar de la vía por activa y por pasiva. La tenía en el punto de mira, pero se trata de una ruta esquiva. «No se forma todos los años, sino que requiere condiciones especiales», explica el escalador aragonés, y añade «además, tampoco se puede escalar en cualquier condición». Y es que, por un lado, necesita las condiciones apropiadas de frío y humedad para formarse y, por el otro, es necesario que haya una temperatura soportable para poder escalar con pies de gato los tramos de roca.
Todos los astros se alinearon a principios de año, coincidiendo con la última salida de la promoción del Grupo de Tecnificación en Alpinismo de Aragón que dirige Manu Córdova. Esta ha sido su primera experiencia al frente de ‘sus chicos’, de la que hace un «balance positivo; hace mucha ilusión ver progresar a los jóvenes, y acabar la promoción así, escalando los Tres Muros de Gavarnie, que es de lo más grande que se puede hacer en escalada en hielo en Pirineo, es muy chulo». Ya está evaluando a los candidatos a formar parte de la próxima promoción de dos años del equipo.
Tres cordadas a Gavarnie
Manu Córdova se llevó a un total de tres cordadas hasta Gavarnie para esa salida del GTAA. Con él iba Javi Bueno, además lo acompañaban los hermanos Óscar y Rubén Sanmartín, así como Iker Madoz y el invitado Dani Moreno, director del Grupo de Tecnificación en Escalada de Aragón, que iba a realizar su bautizo de hielo. La idea era que, mientras Manu y Javi trataban de repetir Memento mori, las otras dos cordadas se enfrentasen a Alois.
Para hacerlo, decidieron pasar la noche al pie del Tercer Muro. Así pues, dedicaron la primera jornada a ascender los dos primeros muros. El primero, unos a través de Panneau Central y otros por Freezante; y el segundo a través de Mitológico, después de haber atravesado la campa abriendo huella fatigosamente. Llegaron al vivac de la cueva de debajo de Aliento del diablo bastante cansados.
Al día siguiente, la mala suerte provoca que los hermanos Sanmartín tuvieran que renunciar a la escalada, debido a que su cuerda amaneció roída y, por lo tanto, inservible. Y mientras Dani Moreno e Iker Madoz encadenaban Alois en libre, Manu Córdova y Javi Bueno iban a por Memento mori. Los aproximadamente -5ºC eran favorables para la ascensión, que Manu Córdova realizó de primero de cordada en todo momento.
El propio Manu Córdova cuenta que el primer largo de la vía «es un 6c/7a expo, probablemente la clave de la vía». Las cuatro primeras chapas se escalan con botas y son bastante asequibles, «a excepción de la primera, un búlder alto con nieve como crashpad». En esa cuarta chapa, hay que cambiarse las botas para seguir con pies de gato. «Hace frío, no mucho pero lo suficiente para estar entumecido», prosigue Manu Córdova su narración, «¡se me pasa rápido! Comienzo a escalar, sigo, sigo, meto un pitón… sigo, sigo, sigo… meto un friend psicológico… miro… me he equivocado, veo la chapa a mi izquierda, pero tengo la posibilidad de llegar a ella… escaló con mucho cuidado y al rato… ¡llego! ¡Salvado! Me queda una buena excursión hasta la reunión que, con calma y cuidado, hago».
En el segundo largo, Manu decidió montar una reunión intermedia después de un tramo inicial que realiza una C invertida muy grande en la que temía que la cuerda rozara demasiado. A partir de ahí, la topo marca 7b/c. «Lo escalo, aunque parando en cada punto, ya que no me fío; después de la embarcada del primer largo, quiero seguir bien el itinerario», apunta. En la última chapa, hay que volver a calzarse las botas y seguir por la pequeña lengua de hielo hasta la reunión. Desde allí, los dos últimos largos de placage de hielo fino, delicado y a ratos difícil de proteger llevan hasta el final de la vía.
En resumen, Manu Córdova se adjudica la primera repetición de Memento mori, que para él «puede ser uno de los itinerarios más duro de los Pirineos en cuanto a compromiso. Va por un sitio espectacular y es parecida a Alois pero más difícil, ya que la roca es más comprometida y el hielo es más efímero. De hecho, en la parte de arriba vas por un hilito de hielo con roca a ambos lados».
7a. Y liberada por m. Bonilla, creo
Enhorabuena! vaya máquinas todos…
Buenos dias. Alguien sabe quien libero por primera vez Alois, y que grado sale en libre?? Gracias.