El pasado mes de enero, Lonnie Dupre realizó un serio intento por ser el primer alpinista en alcanzar la cumbre del Denali (6.194 m) en solitario durante el mes de enero. No se trata de un hito más para la estadística. Enero ofrece unas condiciones imprevisibles y de lo más adversas a la altitud y latitud prácticamente ártica a la que se encuentra la cumbre más alta de Norteamérica. Vientos de más 150 km/h y temperaturas de hasta -50ºC no son excepcionales durante lo más crudo del invierno de Alaska, cuando las jornadas no tienen más que una media de 6 horas de luz diurna.
Los registros de ascensiones reflejan claramente a estos datos. Sólo nueve expediciones con un total de 16 alpinistas han alcanzado la cumbre del Denali en invierno a lo largo de la historia. Y sólo una de ellas (formada por tres montañeros rusos) lo realizó durante el mes de enero. Cuatro personas han ascendido el McKinley en invierno en solitario, ninguna de ellas en enero. Seis alpinistas han fallecido durante el intento.
La experiencia anterior
Lonnie Dupre es un aventurero con una vasta trayectoria de 20 años en expediciones polares. Además, conoce perfectamente el Denali, montaña que en junio de 2010 ascendió en una expedición 13 días. Aquella ascensión fue la referencia que tomó para considerar factible su proyecto invernal.
El primer intento de alcanzar la cumbre del Denali en solitario en lo más crudo del invierno fue el año pasado. En enero de 2011, Dupre se plantó bajo la montaña y progresó con rapidez hasta superar los 5.200 m. A menos de 1.000 metros de desnivel de su objetivo, el mal tiempo lo frenó y el experimentado montañero optó por excavar una cueva en el hielo para protegerse hasta que se abriera otra ventana de buen tiempo y pudiera continuar hasta la cumbre. Permaneció en su refugio helado durante siete días hasta que asumió que esa nueva oportunidad no llegaría y se decidió a descender de nuevo hasta el campo base.
La planificación
Todos los detalles de una ascensión tan comprometida como esta han sido tenidos en cuenta por parte de Lonnie Dupre a la hora de planificar su expedición. A nivel logístico, en la parte baja de la montaña tiene previsto acarrear un trineo de metro y medio de largo y una mochila, con un peso combinado de 100 kg. Para evitar el riesgo de caer a una de las numerosas grietas, irá unido al trineo a través de unos bastones de aluminio de más de 4 metros y, hasta los 3.400 m, se desplazará sobre unos esquís especialmente largos que le servirán como puente en eventuales grietas escondidas.
A partir de los 4.200 m o 4.300 m, cuando la pendiente de la ruta empieza a adquirir una condición más pronunciada, progresará exclusivamente en crampones y sólo con la mochila. Todos los campamentos de altura consistirán en cuevas excavadas en la nieve.
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