Lonnie Dupre volverá un año más a intentar convertirse en la primera persona capaz de ascender en solitario el Denali (6.194 m) durante el mes de enero, cuando se dan las condiciones invernales más extremas. La montaña más alta de América del Norte, situada al borde del Círculo Polar Ártico en Alaska, es un reto mayúsculo en esta época del año, debido a lo impredecible de la meteorología y a los amplios campos de grietas.
Durante todo el invierno, los vientos en altura superan a menudo los 160 km/h, mientras las temperaturas se desploman por debajo de los -50ºC y la media de luz solar se limita a seis horas diarias. Sólo 16 personas integradas en nueve expediciones (cuatro de ellas en solitario) han alcanzado la cumbre del Denali en invierno. De ellas, seis fallecieron en el transcurso de la expedición. Pero es que sólo un equipo ruso formado por tres alpinistas fue capaz de ascender durante el mes de enero, el más oscuro y frío.
El explorador ártico y montañero estadounidense Lonnie Dupre planea intentar por cuarta vez convertirse en la primera persona en llegar a la cumbre del Denali en enero en solitario. Su idea es, además, publicar entradas diarias en su blog, con fotografías y piezas de audio, para llamar la atención sobre el cambio climático en general y sobre el impacto del uso de carbón en particular.
Larga experiencia
No será la primera vez que Lonnie Dupre se enfrente al Denali en lo peor del invierno. De hecho, ya ha pasado un total de 60 días en la montaña a lo largo de los últimos tres inviernos. En esas tentativas anteriores, consiguió realizar dos rápidas progresiones hasta los 5.250 metros aproximadamente, y sólo el mal tiempo lo obligó a retirarse a unas horas de la cumbre.
La expedición tiene previsto arrancar el próximo 15 de diciembre. Dupre tirará de una trineo de metro y medio cargada con casi 100 kg de provisiones hasta las cotas bajas de la montaña. A partir de unos 4.200 m o 4.300 m, porteará los suministros en mochila a través de las secciones con más pendiente. También tiene previsto llevar 175 varas de bambú para marcar la ruta, grietas peligrosas y sus campamentos, como medida de seguridad para el descenso, cuando estadísticamente ocurre la mayor parte de las muertes.
En la parte alta de la montaña, Lonnie Dupre volverá a poner en práctica la estrategia en la que es tan experto de excavar cuevas en la nieve como campamentos más fiables contra el frío y el viento. En 2011 llegó a permanecer siete días seguidos en una de esas cuevas a 5.200 metros hasta que se convenció que el mal tiempo no le daría ninguna oportunidad y optó por descender hasta la base de la montaña.