Después de 19 días de expedición invernal en la montaña más alta de América del Norte, el experto montañero y explorador ártico Lonnie Dupre ha decidido abandonar su tercer intento de convertirse en la primera persona en ascender el Denali (6.194 m) en solitario durante el mes de enero, cuando se dan las más duras condiciones invernales. Varios factores llevaban a tomar la decisión de retirarse al de Minnesota el pasado sábado.
Tal como había hecho cuando sí llegó a la cumbre del Denali en 2011, el plan de Lonnie Dupre consistía en lanzar el ataque definitivo desde un campamento de altura situado por encima de los 5.200 m. De hecho, su ascensión previa en 12 horas desde el campamento anterior situado a 4.300 m le daba esperanzas de conseguirlo en otra jornada de buen tiempo.
Sin embargo, la nieve extremadamente dura que Dupre se encontró cuando llegó a 5.200 m convirtió en una tarea titánica la construcción de la cueva de nieve que tenía que servirle de refugio (de este modo ha construido todos sus campamentos durante la ruta y ha podido mantener el frío a raya, pasando incluso varios días en el interior de una cueva si las condiciones eran malas). Así pues, en lugar de acumular el descanso necesario para llevar a cabo el ataque final, dedicó prácticamente toda la noche a intentar mantener la cueva y a él mismo a una temperatura aceptable. En una llamada a su campamento base a las 4 de la mañana del sábado, informaba de una temperatura de unos -37ºC… en el interior de la cueva.
Decisión de vida o muerte
En estas condiciones, Lonnie Dupre tuvo que tomar una decisión que su equipo analizaba como de vida o muerte para él. “Incluso si hubiera hecho cumbre, lo que hubiera significado 12 horas o más de ascensión desde los 5.200 m hasta la cumbre y volver, él sabía que no hubiera tenido la energía suficiente ni los medios para sobrevivir a otra noche a 5.200 m”, señalaban en un comunicado.
A todo ello, se sumaban unas previsiones meteorológicas para el lunes de vientos de 80 km/h y temperaturas frías, que resultarían en una sensación térmica de entre -45ºC y -50ºC. “Combinado con una previsión desfavorable a largo plazo y con unas reservas de comida y combustible menguantes, Dupre sabía que sus posibilidades de supervivencia serían mínimas”, añadían.
Y es que si algo tiene claro Lonnie Dupre son las necesidades básicas de supervivencia. Como él mismo matizaba: “Estas tormentas en el Denali pueden durar mucho tiempo, y un montañero nunca debería encontrarse con menos de tres días de comida y ocho días de combustible en ningún momento”.
Descenso hasta el campo base
Lonnie Dupre, pues, se dio la vuelte e inició, por tercera vez, su descenso desde las laderas del Denali en enero sin haber alcanzado su cumbre. Su equipo se felicitaba de que hubiera alcanzado de nuevo el campamento a 4.300 m sin contratiempos, ya que consideraban que la parte más peligrosa de la montaña –sobre todo durante el descenso- era la comprendida entre 4.300 m y 5.200 m. Unas horas más tarde, informaban que retomaba el descenso desde los 4.300 m con dirección al campo base (2.200 m), en el que se le esperaba en algún momento de este martes.