La floja temporada alta de trabajo para los guías alpinos durante este verano de 2020 anticipa una de las mejores temporadas en lo deportivo, según reflexiona Jérôme Sullivan en su blog. La inactividad provocada por el coronavirus y el confinamiento obligado, seguida por el importante declive de clientes, ha motivado a los guías a lanzarse a por sus propias aventuras, algo que no suelen tener la oportunidad de hacer.
Así, cuando Jérémy Brauge y Victor Saucède le propusieron intentar abrir una nueva ruta en la cara este de las Grandes Jorasses, Jérôme Sullivan no vio ninguna razón para no aceptar. El objetivo era una línea evidente situada entre la vía futurista de Giuseppe Gagliardone y Giusto Gervasutti (1942) y la Little big men (2006) que Phillippe Batoux y Lionel Daudet dedicaron a Jean Christophe Lafaille y Damien Charignon.
A la altura de sus vecinas
El resultado está a la altura de sus vecinas, con once interesantes largos que recorren 800 metros de altura con una dificultad global de ED+ y un grado máximo de 7a+ (7a obligado), que podría haber sido 7b si hubieran conseguido pasar en libre el L9. Fue el último largo antes del vivac y lo terminaron dejando como 6b/A1.
En cuanto a los otros largos más duros de la vía, el L2 presenta un techo juguetón de 7a, aunque el meollo de la ruta se encuentra en el L8. Justo en la reunión anterior, la vía coincide con la de Gervasutti; Brauge, Saucède y Sullivan dudaron entre seguir por el A2 del histórico itinerario o bien lanzarse a forzar una alternativa. Finalmente, fue eso lo que hicieron, con Victor Saucède abriendo un largo sobre regletas con una expuesta travesía en placa.
El nombre, Mad Max,es también un homenaje a un gran alpinista, Max Bonniot, fallecido en la Aiguille du Plan junto a Pierre Labbre el pasado mes de noviembre y que se significó firmando una ruta en esta misma vertiente.
“Una súper aventura bien completa y salvaje, con el extra de una roca preciosa. A tener en cuenta que la línea está relativamente protegida de las caídas de piedras que bombardean la parte derecha de la pared”, concluye Jérôme Sullivan, quien se vio mermado en parte de la ruta después de martillearse un dedo en la primera mitad del itinerario.
Entre Patagonia y los Alpes
Jérôme Sullivan es uno de los guías alpinos que más y mejor actividad lleva desarrollando en otras latitudes, especialmente en Patagonia. Allí abrió en 2015, junto con Lise Billon, Antoine Moineville y Diego Simari, Hasta las wuebas al Cerro Riso Patrón, ascensión por la que recibió uno de los Piolets d’Or 2016.
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