La isla de Baffin se ha convertido este verano en un destino especialmente frecuentado y prolífico en cuanto a apertura de nuevas vías en grandes tapias se refiere. Inauguraron la temporada prematuramente los polacos Marek Raganowicz y Marcin Romaszewski con la apertura de Superbalance en la cara norte de la Polar Sun Spire. Continuaron los hermanos Pou y Hansjorg Auer con su expedición a Perfection Valley, que culminó con éxito aunque todavía no han hecho públicos los resultados concretos. Y ahora se amplía el repertorio de líneas nuevas por partida doble: en el Mt. Asgard, una potente cordada formada por Ines Papert, Jon Walsh y Joshua Lavigne han abierto Sensory overload; mientras en el Mt. Thor, Bill Borger Jr y John Furneaux hacían lo propio con The grat escape.
Sensory overload al Mt. Asgard
Ines Papert, Jon Walsh y Joshua Lavigne abrieron Sensory overload en un ataque de 60 horas de duración de campo base a campo base entre el 24 y el 26 de julio. Esta es la primera línea que asciende los 1.200 metros de la cara noroeste de la torre sur del Monte Asgard.
La aventura empezó a mediados de julio, con una aproximación de tres días hasta los pies de la cara norte del Mt. Asgard, donde montaron su campo base sobre el glaciar Turner. Antes de ponerse manos a la obra con su principal objetivo, el trío se fue a escalar el pilar sur (5.10+, 650 m) del Mt. Loki, en lo que podría ser la primera en libre de esta línea.
Papert, Walsh y Lavigne partieron a continuación con tres días de comida y gas y sin hamaca. El primer día superaron 14 largos y un gran sistema de repisas que queda a la altura de la R12, donde decidieron vivaquear bajo un techo protegidos de posibles caídas de rocas. La mañana siguiente, jumarearon hasta el punto más alto alcanzado el día anterior y continuaron abriendo otros 15 nuevos largos hasta la cumbre, a la que llegaron a las once de la noche con mal tiempo.
Según destacan los aperturistas, Sensory overload fue abierta sin utilizar ni un solo parabolt y a vista, con la única excepción de unos cinco metros de chimenea cubierta de hielo y verglás, además de un movimiento imposible con el terreno húmedo en el último largo. Apuntan que ambos podrían salir en libre en buenas condiciones.
El descenso por la cara sur se hizo duro por culpa del empeoramiento del tiempo, con lluvia y posteriormente nieve, que les obligó a un segundo frío vivac a la espera de la salida del sol cuando sólo les faltaban 300 metros para alcanzar la base de la pared.
The great escape al Mt. Thor
Los canadienses Bill Borger Jr y John Furneaux, por su parte, han realizado una nueva apertura en la cara suroeste del Monte Thor. Se trata de The great escape (5.10+), que transcurre según el propio Furneaux “toda en libre por fisuras de oro”. La cordada necesitó tres días para completar los 25 largos del itinerario.
La ascensión de Borger y Furneaux tuvo algunos elementos picantes, a pesar de las excelentes condiciones en las que se desarrolló. De hecho, el excesivo calor reinante les obligó a racionar el agua que llevaban. Por otro lado, una rotura en uno de los petates dio con los pitones que llevaban para una eventual retirada a 800 metros pared abajo.