NUEVA RUTA EN PATAGONIA

Iker Pou: «Subí con 39 años y bajé con 40, de ahí el nombre de la ruta que abrimos en la Aguja Guillaumet»

Hablamos con el pequeño de los hermanos Pou acerca de su reciente apertura de ¡;Aupa 40! en la cara este de la Aguja Guillaumet, en Patagonia, haciendo cordada con Eneko Pou en condiciones invernales. Una escalada que coincidió con su cumpleaños: ascendió con 39 y descendió con 40 años.

Iker Pou en el L6 de ¡Aupa 40!
Iker Pou en el L6 de ¡Aupa 40!
Darío Rodríguez | 5 comentarios |

Iker Pou y su hermano Eneko anunciaban la apertura de una nueva ruta en la cara este de la Aguja Guillaumet, ¡Aupa 40! (M7, 85º, V+, 525 m). Es una de las poquísimas actividades completadas este año en Patagonia, donde la meteo ha vuelto a ser la tradicionalmente nefasta, que han sumido el verano austral en unas condiciones puramente invernales.

A su regreso a la isla de Mallorca, donde tienen actualmente fijada su residencia, hablamos con Iker Pou para que nos cuente algunos detalles más de esta aventura. Se trata de su tercera ascensión en Patagonia, después de haber escalado la Supercanaleta al Fitz Roy en 2007 y la Ferrari al Cerro Torre en 2013. Además, esta vía estrena un nuevo proyecto que han dado en llamar 4 Elementos, y que ya tienen cubierto en el elemento Aire.

«Ha sido un año duro, con un tiempo malísimo que ha dado muy pocas ocasiones»

¿Cómo ha sido hacer esta ruta?
La verdad es que ha sido un año duro. Ha hecho un tiempo malísimo y ha dado muy pocas ocasiones. Ya íbamos sobre aviso, pues desde noviembre nos estaban avisando que la temporada venía fatal. Hemos estado un mes y pudimos hacer la ruta a tres días de marcharnos a casa, cuando ya teníamos el billete de vuelta. Justo entró el parte que aguantaba unas horas, que no llegaba a un día, y tuvimos suerte. Tuvimos que cambiar de objetivo, porque teníamos otro objetivos también y al final nos decantamos por el que mejor estaba.

Fue un poco de suerte: subimos el día anterior, que nos hizo peor tiempo de lo que esperábamos para poder acercarnos a la pared; y por la mañana despejó y se quedó un día espléndido.

¿Cómo describirías la línea?
Las condiciones estaban tan mal que salió una línea más de mixto de lo que esperábamos, porque los muros eran tiesos de roca pero con mucha capa de verglás por encima. Acabamos escalando con crampones y piolet un montón de largos. En realidad, casi todos los largos, menos uno que fue sólo con pies de gato, el resto fueron todos con crampones y piolet por las condiciones en que estaban. Eran largos tiesos, con muchas chimeneas y todo eso, pero las escalamos en mixto.

«¡Aupa 40! es una vía atípica para lo que solemos hacer, de corte alpino»

Dentro de vuestra experiencia, ¿cómo situarías ¡Aupa 40!?
Una vía atípica para lo que solemos hacer. Donde nos movemos bien es en la roca. Pero en esta vía nos hemos tenido que acoplar a las condiciones que había. Nadie estaba escalando nada en todo el macizo, en El Chaltén, este año y lo único para lo que había condiciones era para canales de hielo, porque estaba invernal. La vía es de corte alpino, con todos los largos de mixto. No es una vía súper clásica, no es fácil de subir ni tan siquiera en mixto. Quizás vas otro año con menos nieve y es más fácil, pero nosotros hubo largos en los que estuvimos más de dos horas para resolverlos. Aunque parecían sencillos, están complicados de proteger por el hielo, son expuestos. Salimos contentos pero fue una buena paliza. Entre que salimos del vivac andando hacia la pared y regresaron al vivac creo que pasaron 21 horas seguidas.

¿Sin dormir tampoco?
Nada, sin parar. No paramos ni tan siquiera en cumbre, donde creo que estuvimos menos de 20 minutos, porque llegamos tarde y con el tiempo cambiando, así que para abajo a todo correr.

«Hemos estado un mes en Patagonia y sólo ha hecho un día de buen tiempo»

¿Salisteis con buen tiempo pero ya veíais que estaba cambiando?
El parte era bueno. Durante toda la escalada, la previsión era que el día anterior mejoraba por la tarde. Esa tarde no mejoró y subimos con mal tiempo sin funda de vivac ni tienda de campaña… pensábamos vivaquear cerca de la vía, en el collado, con saco y esterilla. Pero había tanta niebla y estaba nevando tanto que tuvimos que vivaquear tres horas antes de llegar a la pared, debajo de una piedra. Entonces, claro, el día siguiente salimos desde muy abajo, con lo que conlleva de paliza de más de tres horas para llegar a pie de vía, y luego escalar. Llegamos un poco cansados, pero hacia las 7 de la mañana estaba el cielo totalmente despejado y cero de viento. Cuando comenzamos a escalar, hacía muy buen tiempo. Luego pasamos bastante frío porque casi toda la vía es a la sombra, aunque estuvimos tranquilos porque no había viento y se veía que aguantaba. Sólo entraron unas nubes y se comenzó a cubrir cuando estábamos para llegar a cumbre. Ahí empezó a cambiar el tiempo y por la mañana ya empezó a llover, pero nosotros estábamos ya abajo. Acertamos bien.

¿La previsión que teníais se cumplió exactamente?
Era un día y se cumplió. Durante este mismo mes había habido otra ventana que decían que iba a aguantar 20 horas, pero ninguna se había cumplido, así que tampoco teníamos mucha esperanza de que esta previsión se cumpliera. Pero aguantó. Ha sido el único día que ha hecho bueno.

¿Cuánto tiempo habéis estado en Paragonia?
Un mes exacto.

¿Y ese ha sido el único período de buen tiempo?
Ha habido alguna otra ventana de 16 o 18 horas, pero el problema es cómo estaba la montaña de condiciones. Nevaba tanto todos los días que para cuando se abría una ventana de esas prácticamente no había margen. Casi todos los lados de El Chaltén, a diferencia del Paine, es que las aproximaciones son muy largas, con un mínimo de 8 horas a cualquiera de las agujas, yendo rápido. Claro, entonces había que andar 8 horas con mal tiempo antes, que se complican hasta las 12 horas con el mal tiempo. No hay suficiente margen. La gente de allí recordaba que era la peor temporada de los últimos diez años. La Patagonia de hace años, con tiempo malo todos los días. Ha hecho malo hasta en el pueblo, donde generalmente se está bien aunque arriba haga mal tiempo. Ha llovido muchísimo.

«Escalar en Patagonia antes era una expedición y ahora se parece más a Chamonix»

Lo que sí ha cambiado son las previsiones, que antes era guiarse por el instinto…
Sí, y ahora los partes son bastante buenos. Se chequean tres partes bastante buenos de Estados Unidos y de allí… y entre todos, más o menos ya sabes cuándo viene el anticiclón. Esa es la ventaja, que uno puede mantener la forma: esperas en el pueblo de El Chaltén y cuando ves la previsión te mueves. Antes era una expedición y ahora no, ahora se parece más a un estilo como puede ser Chamonix o los Alpes. Lo que hacían antes era plantarse debajo de la montaña y a esperar, que era bastante más duro.

¿Cuándo fuisteis allí por primera vez vosotros?
La primera vez fue en 2006.

Hace ya 11 años…
Sí, y hemos notado un cambio terrible. Y eso que 2006 era tarde ya para lo que era antes: ya había llegado el asfalto al pueblo, pero no había internet ni partes meteorológicos, sólo corrían de boca en boca porque uno había visto no sé dónde… En 2007 ya llegaron los partes y ahora es otra cosa que no tiene nada que ver. El pueblo está muy civilizado.

«Hemos dejado la pared limpia, sin ningún seguro»

¿Cómo es la Aguja Guillaumet?
Diríamos que es una de las agujas pequeñas dentro del cordón del Fitz Roy, con lo que es la más accesible. Quizás estaría primero la Aguja de la S, que sería todavía más accesible, y luego estaría la Guillaumet. Son agujas muy buenas, en las que haces escaladas de 400-500 metros, muy elegantes y muy buenas. Roca impresionante y muy estética. El hecho de estar unos metros más abajo, siempre aguanta un poco mejor el tiempo, porque sopla un poco menos el viento.

¿Cómo buscasteis la ruta?
La Aguja Guillaumet tiene bastantes rutas por todos los lados, pero había un hueco grande en la cara este, que es extraño en el 2017, y no nos lo pensamos. Se veía buenísimo: tieso de roca, vertical, se ve guapo y va directamente a la cumbre. La ruta de su izquierda está a 100 metros o más y la otra está a unos 200 metros a la derecha. Un hueco grande y súper lógico para subir. Nos sorprendió, pero parece que la mayoría de la gente va a Patagonia a repetir vías y subirse como puedan. Si tienes un poco de imaginación y te gusta arriesgar un poco en cuanto a buscar algo nuevo, hay opciones, hay terreno todavía y quedan un montón de líneas.

«Subí con 39 años y bajé con 40, de ahí el nombre de la ruta»

La ruta, ¿es más bien comprometida o prima sobre todo la dificultad?
La hemos dejado limpia, sin ningún seguro. Sí que es comprometida y los largos tampoco son fáciles. No són largos súper difíciles, pero tampoco es una mega clásica… es un intermedio y hay que andar, no es una clásica para subir a cumbre.

Y además acabas de cumplir 40 años…
Justo mientras escalábamos, que eso es lo que más ilusión nos hizo. Escalamos el día 4 y cumplía el día 5, que es cuando bajábamos. El nombre hace alusión a esos 40. Subí con 39 y bajé con 40, y eso no lo hace todo el mundo.

Vosotros ya habíais subido el Fitz Roy en 2007, ¿cómo fue aquella escalada?
Una gran aventura. Recuerdo que lo escalamos por la ruta Supercanaleta con el amigo argentino Fernando Irrazábal. Fue duro porque escalamos en muy malas condiciones. La Supercanaleta estaba muy complicada y nos costó subirnos al Fitz Roy, la verdad.

«El Cerro Torre es la montaña más bonita que hemos escalado jamás»

Luego vino el Cerro Torre, con el que hicisteis la segunda pared emblemática de Patagonia, ¿cómo fue?
Ahí tuvimos más suerte. Fue en 2013, con un tiempo excelente. A los tres días de llegar estábamos en la cumbre del Cerro Torre por la vía Ferrari de la cara oeste y la verdad es que fue un gran subidón. Sin lugar a dudas, la montaña más bonita que hemos escalado jamás: estéticamente, de largos, de disfrutar… lo más bonito que hemos escalado.

Además por la Ferrari, que es una vía eminentemente de hielo más que rocosa…
Sí, sí, es una vía de hielo. Yo no he hecho tanto hielo como Eneko, pero sin lugar a dudas es la vía más guapa que hemos escalado jamás de largos de hielo. Eso no se encuentra en Canadá ni en ningún otro sitio del mundo. Una de las mejores vías de hielo del mundo, por metros, recorrido y belleza.

«Tenía ganas de escalar el Cerro Torre en libre, pero no había condiciones»

¿No te sentiste tentado a probar el Cerro Torre en libre?
Ganas sí que hay, pero no había condiciones. Ahora íbamos con los planes muy abiertos, con muchas ideas, porque hay muchas cosas interesantes por hacer en todas las montañas de por ahí. Pero nos tuvimos que adaptar, piensa que esta temporada todavía no se ha subido al Cerro Torre. Las condiciones han sido malísimas y para libre, ni te digo. Está haciendo invernal todo el verano y ni se ha dado; hemos podido subir a algo y creo que hemos sido de los pocos que lo han hecho este año en la Patagonia. Cuando está así, hay que centrarse… Acertamos y por lo menos nos subimos a la Guillaumet. Ya habrá otros años con más oportunidades.

¿Cómo es el ambiente en la Patagonia también en cuanto al tipo de gente?
Se ha masificado un poco. Va gente de todo el mundo y de todo tipo. Ya no es tan exclusivo y está bastante de moda. Antes igual iba la gente más preparada y ahora se ve de todo. Ha crecido el número de gente que quiere ir a escalar a Patagonia y te puedes encontrar de todo: desde escaladores buenísimos hasta escaladores que empiezan… hay un pupurrí grande, pero el macizo es grande y hay sitio para todo el mundo. Habrá por lo menos un 50% más de gente que cuando empezamos a ir nosotros.

Eso puede provocar aglomeraciones en las vías, porque casi todo el mundo querrá ir a las mismas…
Sí, casi todo el mundo se junta en los mismos sitios y no hay mucha gente que vaya a intentar cosas diferentes. Así que si no quieres encontrarte con todo el mundo, también tienes tus opciones. Se está convirtiendo en un macizo normal, como en Alpes, donde la mayoría de la gente va a las clásicas siempre, pues en Patagonia, lo mismo.

Este año, en verano estabas en el Naranjo forzando Marejada Fuerza 6 y hasta el viaje de Patagonia habrás pasado una época de roca a tope…
Sí, después de eso hemos estado haciendo bastante deportiva, un poco de pared y también nos hemos estado preparando bastante para Patagonia, entrenando bastante, y ya está. Ahora ya de vuelta y nos toca ponernos de nuevo las pilas de forma con un poco de deportiva y de pared.

«Hicimos toda la ascensión a vista y del tirón, sin caídas»

¿El nivel de escalada deportiva es importante en una vía de alpinismo como esta?
En este caso, en la vía que hicimos es importante estar físicamente bien. Por eso hay que prepararse antes, para aguantar las 21 horas seguidas que estuvimos sin parar. Si no lo entrenas, no lo vas a aguantar. Hoy en día, cuanto más fuerte estés en todas las modalidades, mejor. Eso es lo que intentamos, adecuándote al sitio adónde vas a ir; en este caso, Patagonia: aeróbico y mucha escalada.

Hablando de la vía, os fue bien, porque os metisteis en el recorrido y lo hicisteis a vista…
Sí, lo hicimos todo a vista y del tirón. Estamos contentos porque había largos complicados y salieron, sin caídas ni nada. Todo perfecto.

De material, utilizasteis relativamente poco, ¿verdad? Ibais bastante ligeros…
Estilo patagónico. La ventana era muy rápida y no había muchas opciones de hacer nada, así que aligeramos al máximo y pasamos un poco justos de material y todo: los friends contados, un juego de friends, uno de fisureros, dos tornillos, mosquetones… para llenar una mochila que no queríamos que pesara más de 15 kg. En los largos, un poco más de material nos hubiera venido bien y hubo que jugársela un poco más, pero si acabas metiendo mucho material también te acabas cansando más e igual te quedas sin subir por todo el peso que llevas. Había que apostar por ligereza y fue lo que hicimos.

¿Llevabais una mochila entre los dos y os la turnabais?
Eso es. El que escalaba iba libre de peso y el segundo llevaba la mochila. Recuerdo que en el collado dejamos ya una de las mochilas con los sacos y todo lo de dormir, y fuimos con el material justo de escalar. El segundo llevaba el peso y fuimos turnándonos de esta manera.

Grados de M7, 85º, V+ en roca… ¿qué fue lo más difícil, la verticalidad o el mixto?
La combinación. El 85º tampoco es un carámbano perfecto de hielo sino entre rocas, muy tieso y difícil de proteger. Los mixtos eran muy raros y difíciles de proteger, bastante expuestos. Había muchos largos como de chimenea, diedros… una vía un poco curiosa.

«Estamos muy ilusionados con el proyecto 4 Elementos, pero todavía no se puede concretar»

Ahora, ¿de regreso a Mallorca? Porque sois dos vascos afincados en Mallorca…
Eso es, cambio total en busca del sol. Aunque enseguida salimos a la Península, que tenemos que dar conferencias.

Con esta vía en Patagonia comenzáis una nueva aventura que habéis llamado The North Face 4 Elementos, en el que queréis unir tierra, fuego, aire y agua… ¿Se puede decir ya adónde vais a ir?
Estamos muy ilusionados con el proyecto 4 Elementos, pero todavía no se puede concretar. Cuando vayamos a ir, lo iremos anunciando. Todavía estamos dando vueltas a algunos de ellos.

¿Qué fechas barajáis para este proyecto?
En principio, esperamos no alargarlo más de tres años. Eso es lo que calculamos, pero luego ya veremos, porque no siempre es exacto. Pensamos ir haciendo sobre la marcha y si nos salen antes, antes. Vamos a ir viendo y probando.

¿Buscáis algún tipo de ruta o de perfil concreto? ¿Alguna idea a desarrollar?
No, tampoco nada en especial. Como hemos hecho otras veces, como en el de 7 Paredes, sobre todo belleza, que sean sitios en los que nos atraiga escalar. Hemos escalado en muchos sitios del mundo y tienen que ser sitios y rutas que nos atraigan. Es una manera de viajar de nuevo y buscar sitios interesantes en los que no hayamos estado.

A la vez, cuando estás aquí, ¿roca a tope?
Sí, eso es. Entrenar y mantenerse en forma. Esa es la cuestión. Hemos vuelto de Patagonia muy flacos, y a ver si ahora recuperamos un poco.

El nivel en roca está subiendo muchísimo y para ti que combinas escalada en roca con alpinismo, te supone un reto total, ¿no?
Sí, la verdad es que está difícil mantenerse, pero siempre hay retos y lo seguiremos intentando.


 

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