Las recientes jornadas de buen tiempo que ha vivido el macizo de El Chaltén han llevado a numerosas cordadas a sus paredes graníticas y a establecer varias nuevas rutas. Una de ellas fue la cordada argentina formada por Horacio Gratton y Esteban Degregori, junto con el jovencísimo Pedro Odell. Con apenas 18 años de edad y oriundo de El Chaltén, es una de las promesas de la escalada local.
Proyecto pendiente
Según apunta Horacio Gratton, hacía tiempo que tenía en la lista de tareas pendientes ese proyecto en la cara sureste de la Aguja Saint Exupery: “Una hermosa línea, muy recomendable, ya que la aproximación no cuenta con mayores dificultades, en general es bastante segura en términos de peligros objetivos. No es una vía fácil pero tampoco extremadamente difícil y cuenta con largos realmente de alta calidad”, definía el propio alpinista argentino.
La vía en cuestión ha sido bautizada con el nombre de El zorro y la rosa, por los personajes de El Principito, ya que se encuentra en la Aguja Saint Exupery. Consta de 650 metros en total, 500 m de los cuales nuevos, con dificultades de hasta 6c+ y C1.
Dos días de ascensión
El terceto invirtió dos días en pared, con un vivac en la repisa de un nevero evidente. Según cuenta Horacio Gratton, “la vía cuenta con diez largos nuevos y se junta con la vía Austríaca (HansBärnthaler y Ewald Lidl, 1987) por los últimos tres largos; va hasta la cumbre de la Punta Cristina”. Esta punta es la cima sur de la Aguja Saint Exupery y quien desea continuar hasta la cumbre principal debe rapelar unos 50 metros antes de acometer los tres largos finales.
Horacio Gratton nos cuenta los detalles de su ascensión:
Luego de pasar la rimaya de la cara sur se escalan unos 100 metros de terreno mixto poco difícil pero de cuidado debido al terreno suelto para entrar en un sistema de diedros verticales y desplomados de gran calidad que llegan al 6c+ (5.11+) y conducen al nevero.
Desde allí, continuamos al recto por tres largos más, pero sobre el final debimos unirnos a la vía austriaca haciendo una travesía a la izquierda, ya que el sistema de fisuras que seguíamos tenía una sección de bloques empotrados que debido a lo seco de la temporada estaba extremadamente peligroso.
Él mismo reconoce que las secciones de C1 que tuvieron que pasar “son absolutamente liberables”.