Hans Kammerlander sigue su particular camino alpinístico basado en listas y series de montañas. Frenó voluntariamente su asalto a los 14 ochomiles en 2001, justo tras bajarse del K2 y cuando sólo le quedaba el Manaslu para conseguirlo: “He vivido demasiadas tragedias en el Manaslu, no quiero enfrentarme a mis pesadillas”, dijo entonces en referencia al fallecimiento de sus compañeros Karl Grossrubatscher y Friedl Mutschlechne durante el intento que realizaron en 1991. Completó, eso sí, las Siete Cimas más altas de cada continente y se lanzó en una carrera voraz a por las denominadas Segundas Siete Cimas, que anunció haber terminado el pasado mes de enero.

Sin embargo, esta vocación coleccionista de un alpinista que no tiene ya nada por demostrar –algunas de sus asceniones en el pasado lo convirtieron en casi un mito viviente de este deporte- ha sufrido no pocas críticas y alguna que otra polémica. De hecho, su registro de ochomiles en algunas bases de datos oficiales, como la de Eberhard Jurgalski (8000ers.com) queda reducido a 12 en lugar de 13, ya que no se le da por válida la ascensión al Shisha Pangma de 1996 al sospecharse que sólo alcanzó la Cima Central (8.008 m) y no la Principal (8.027 m), que es la que cuenta para los Catorce.
También se le ha discutido no hace mucho la cumbre en el Mt. Logan (5.959 m), al mostrar las fotografías evidencias de que podría haber confundido su cima principal con la cima Oeste, escasos metros menos elevada. Lo que implicaría que sus Segundas Siete Cimas no serían todavía tales. Además, esas mismas informaciones señalaban que la segunda cumbre más alta de Oceanía no era el Puncak Trikora (4.730 m) sino el Puncak Mandala (4.760 m), ambos en la indonesia isla de Nueva Guinea.
A cerrar un proyecto…
Hans Kammerlander viajará el próximo mes de mayo a Alaska con el objetivo de comprobar si efectivamente cometió un error en el Mt. Logan (se encuentra en suelo canadiense a escasa distancia de la frontera con Alaska) y reascenderlo para acabar con las dudas. El propio alpinista ha decidido autosuspender su récord hasta que haya podido realizar en persona las comprobaciones pertinentes.
Según comentaba su manager Sigi Pircher en declaraciones reproducidas por Montagna.tv, “seguramente no ha sido por mala fe. Hans estaba convencido de haber escalado el Mt. Logan y no ha sacado ningún beneficio de esta situación. El Mt. Logan se compone de siete cimas, que son en realidad casi colinas, más o menos todas vecinas, con poquísimos metros de diferencia entre una y la otra. Al regreso de la última expedición al Monte Tyree, un periodista alemán preguntó a Hans si en la cima del Mt. Logan había encontrado un piolet, que se dice se encuentra en la cumbre más alta de la montaña. Desde el momento en que, efectivamente, Hans no la encontró, sale la duda sobre que la que él ascendió no era la cumbre más alta del Logan. Así, para barrer cualquier duda, ha decidido regresar en mayo y suspender hasta entonces el récord”.
Respecto a las dudas sobre la segunda cumbre más alta de Oceanía, Pircher señaló que “esta información, sin embargo, no está reflejada en ninguna parte, incluso el mismo ministerio indonesio ha señalado el Puncak Trikora, de 4.711 metros, como la segunda cima del país”.
…Y a abrir otro
Y aprovechando su viaje a Alaska, Hans Kammerlander tiene previsto abrir una nueva lista. Se trata de una serie de montañas muy particulares y especiales, que ha bautizado como “los Cervinos del mundo”. En esta ocasión, los objetivos no serán medidos por un baremo objetivo como su altura, sino por un baremo subjetivo como su belleza estética. Una idea que lleva por nombre el de una de las montañas más bellas de Europa, con la que Kammerlander tiene una vinculación muy estrecha. No en vano, el alpinista surtirolés inscribió su nombre en la historia del alpinismo en el Cervino junto al suizo Diego Wellig, al ser los primeros capaces de ascender las cuatro aristas de la montaña (Hörnli, Furggen, Leone y Zmutt) en menos de 24 horas, en 1992.
“Existen varias montañas que se parecen mucho a nuestro Cervino, tanto que se habla de los Cervinos del mundo”, comenta Sigi Pircher, quien pone como ejemplos el Shivling (India), el Ama Dablam (Nepal) o el Alpamayo (Perú). “Estamos encontrando muchas otras, en Noruega, en Rusia, en Nueva Zelanda, en Alaska…”, añade el manager de Kammerlander, quien señala también que el alpinista surtirolés pretende escalar dos o tres de esas cumbres por año, “con la idea de realizar también una película y un libro”.
En el Pais Vasco tenemos el Anboto y el Txindoki
OLÉ OLÉ Y OLÉ. En época de graditis y de famositis que un tío de su nivel decida subir montañas porque son bonitas es cojonudo. A ver si vamos tomando nota.
En el libro «Cuadernos de montaña» de Martínez de Pisón, del año 2000, está perfectamente explicado cómo se forman esos «cervinos» por distintas partes del mundo
En Asturias, mucho mas bajita y mucho mas fácil, pero anda que no se parece… la Pica de Peñamellera.
Piramide de Garcilszo y Artesonraju en Peru
volacán Lanin puede agregar a la lista de los cervinos.
El tema del Sisha Pagma es lo mismo que le ocurre a Carlos Soria, creo. Subieron a esa cumbre que es mucho más difícil que la principal porque quisieron, para ellos tiene mucho más valor y es así su Sisha Pagma. Que no esté en «la lista» importará a otros, a ellos no creo, ya que en su lista sí que está hecha. Grandísimo alpinista y aventurero, de quitarse la boina.