“No es necesario viajar al fin del mundo para encontrar una gran aventura”, constata François Cazzanelli. El alpinista italiano, que ha destacado con ascensiones remarcables en lugares remotos como el Nanga Parbat, el Ama Dablam o el Tengkangpoche, también sabe valorar lo que tiene cerca de casa. Y lo demuestra con la apertura junto a sus compatriotas Jerome Perruquet y Stefano Stradelli de Essere o non essere (550 m, M7, 85º, AI V) en el Breithorn Central (4.160 m).
El Breithorn se encuentra situado en los Alpes peninos, en la línea fronteriza entre el Valle de Aosta italiano y el Valais suizo. Forma parte de la historia del alpinismo desde hace más de doscientos años y la primera ascensión de su cima principal data de 1813.

Cara norte salvaje
François Cazzanelli cuenta que la ascensión se produjo el pasado 13 de octubre y que el resultado es una preciosa vía de mixto sobre la cara norte del Breithorn Central. “Nos tomamos un poco de tiempo antes de publicarla porque queríamos estar seguros de que fuera realmente una nueva ascensión”, se justifica en sus redes sociales una vez pasados varios días de la escalada.
El alpinista italiano que, como es bien sabido, sabe perfectamente de lo que habla cuando se hace referencia a condiciones aventureras, califica la aventura vivida sobre esta vertiente como “una aventura estupenda en un ambiente salvaje a cuatro pasos de nuestra casa” y puntualiza que “la escalada ha sido exigente durante toda la vía, aunque las mayores dificultades las encontramos en el diedro final, donde la pared adquiere mayor inclinación”.
Iniciaron su ascensión de noche y la culminaron “rodeados de tinieblas”, según su propia descripción, “abriendo huella a través de 20 cm de nieve fresca… ¡verdadero alpinismo de kilómetro cero!».

