Si hace apenas un par de días informábamos acerca de la aventura de François Cazzanelli, Emrik Favre y Stefano Stradelli en el Mont Blanc du Créton, que terminó con la apertura de Sognando l’inimaginabile (600 m, WI4+, M7), el mismo terceto llega ahora con otra novedad alpina. En esta ocasión, el destino elegido ha sido la Aiguille Noire de Peuterey (3.773 m) y su cara oeste, donde han trazado Couloir Isaïe (600 m, M8, 7a/+, AI5) hasta la Punta Brendel (3.498 m).
Incómodo vivac
Llevaron a cabo esta nueva ascensión entre el pasado domingo 12 y lunes 13 de febrero. La línea supera esos 600 metros de desnivel con 12 largos de escalada, a través de un terreno variado que les exigió técnicas de roca, mixto y hielo.
La dificultad de la empresa les obligó a efectuar un vivac en el propio couloir, a una altitud de unos 3.300 metros. Allí pasaron momentos delicados, no solo por el frío invernal que ya se preveía, sino también por las continuas purgas de nieve que les iban cayendo encima y que apenas les permitieron pegar ojo.
Al día siguiente, retomaron la ascensión para terminar coronando la Punta Brendel alrededor de las dos de la tarde. Decidieron bautizar la vía como Couloir Isaïe en honor al hijo de Emrik Favre.

Una aventura para recordar
Los tres protagonistas de Couloir Isaïe coinciden en valorar su experiencia como una gran aventura. Así lo señalaba François Cazzanelli:
Siempre es difícil reordenar los pensamientos después de una aventura en montaña. Son muchísimas emociones y nunca se sabe por dónde empezar. En la cara oeste de la Aiguille Noire hemos vivido una gran aventura. No ha sido nada fácil, pero gracias a nuestra fuerza de voluntad y a un gran trabajo en equipo, ¡hemos hecho algo realmente especial que recordaremos para siempre!
Coincide en términos Emrik Favre:
Una aventura verdaderamente intensa y dura, tanto por el ambiente severo como por la dificultad de la vía y del vivac en el couloir. El hecho de llamar la ruta en honor a mi hijo es uno de los regalos más bonitos que me hubieran podido hacer mis compañeros de cordada.
Por su parte, Stefano ‘Tato’ Stradelli, el menos experimentado de los tres, recalcaba:
En estos tres días hemos vivido emociones realmente fuertes e inolvidables. Para mí, ha sido la primera experiencia abriendo una vía así de complicada sobre una montaña así de severa. Debo agradecer mucho a mis compañeros que han tenido confianza en mí y que me han transmitido su experiencia. Meterse en faena con un equipo como este y unir nuestras fuerzas ha sido la fórmula ganadora para alcanzar el objetivo.


