El pasado lunes 20 de mayo fallecía en el hospital a los 81 años Bogdan Jankowski. Su nombre quizás no dice demasiado a la mayoría de aficionados al alpinismo, ni tan siquiera a aquellos admiradores de la época dorada del himalayismo polaco que retienen en la memoria las hazañas de figuras como las de Krzysztof Wielicki, Jerzy Kukuczka, Wanda Rutkiewicz, Wojtech Kurtyka y tantos otros. Sin embargo, Bogdan Jankowski estuvo allí, fue uno de ellos y su papel fue destacado en las numerosas expediciones en que participó entre 1969 y 2003.
Nacido en la ciudad hoy bielorrusa de Grodno (fue polaca hasta la Segunda Guerra Mundial), este ingeniero técnico electrónico e investigador de la Universidad Politécnica de Breslavia tuvo sus dos grandes pasiones en el mundo del alpinismo y la fotografía. Y aplicó en las montañas todos sus conocimientos tecnológicos. Así pues, además de su desempeño deportivo, siempre destacó como responsable de comunicaciones y como fotógrafo.
Comenzó a escalar en 1959 en los Montes Tatras, donde llegó a firmar hasta cinco aperturas antes de trasladar su actividad a los Alpes e hizo la primera polaca de la Aiguille de Blaitière en 1967. Las grandes expediciones comenzaron en el Pamir en 1969, con cinco primeras a cincomiles vírgenes, y en 1970, con la ascensión del pico Lenin (7.134 m).
Primeras al Kunyang Chhish y al Everest invernal
En 1971, Bogdan Jankowski formó parte de la expedición que realizó la primera ascensión del difícil Kunyang Chhish (7.852 m), en el Karakórum. Y en 1974, Andrzej Zawada lo eligió para integrar la expedición al Lhotse que intentaría la primera invernal a un ochomil (abandonaron a 8.250 m y él colaboró en la ruta hasta los 7.100 m del C3).
Aunque sin duda la expedición que le brindó una mayor gloria fue la que culminó con la primera invernal del Everest de Krzysztof Wielicki y Leszek Cichy en 1980. Allí apenas se adentró en la ruta, pero su rol en las comunicaciones y sus fotografías que se convertirían en históricas le dieron un papel significativo y especial. Algunas de ellas siguen muy vigentes hoy en día y han llegado a ser portada de algún número reciente de la revista Desnivel.
Sin duda, unas funciones apreciadas por Zawada y otros líderes de expediciones como el propio Wielicki. También se le conoció siempre por una persona afable y de trato muy grato. Posteriormente, estuvo en dos intentos invernales al K2 (1987-88 y 2002-03) y otros dos al Nanga Parbat (1996-97 y 1997-98).
Vicepresidente de la Federación y crack de las comunicaciones
Su figura siempre fue reconocida dentro del alpinismo polaco, como demuestra no solo el hecho de haber participado en tan importantes expediciones sino también por los cargos y distinciones que ostentó a lo largo de su vida. Entre los primeros, destaca el de miembro de la Junta Directiva de la PZA (Federación Polaca de Alpinismo) durante los 15 años que van de 1977 a 1992, además del de vicepresidente (1995-1998). También fue presidente del High Alpine Club de Breslavia de 1974 a 1980 y directivo durante muchos años más.
En el campo de las telecomunicaciones, Bogdan Jankowski fundó el equipo de radio de la PZA y lo dirigió durante más de 30 años. En aquellos tiempos creó una moderna red de comunicación en los Tatras y organizó las comunicaciones de las expediciones.
En los últimos años había recibido distinciones y premios a su figura, y sus fotografías de montaña y alpinismo habían sido exhibidas en varias exitosas exposiciones.
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