Los expertos llevan años advirtiendo sobre las potencialmente trágicas consecuencias del cambio climático y el calentamiento global. Los aficionados a las actividades de montaña somos testigos de ello. En nuestras salidas más cercanas, en los Pirineos o los Alpes, es fácil comprobar a simple vista el retroceso de los glaciares, que tienden a la desaparición en nuestras latitudes.
Esta es la hipótesis principal que explicaría la tragedia vivida el domingo en la Marmolada. Un serac colapsó en el glaciar del pico más alto de los Dolomitas y su caída provocó siete muertos, ocho heridos y, dos días más tarde, todavía hay trece personas desaparecidas. La noticia dio la vuelta al mundo y el primer ministro italiano Mario Draghi se desplazó ayer a Canazei para dar su apoyo a los familiares de las víctimas y a los equipos de rescate.
Más allá de la conmoción causada en la Marmolada, los Alpes italianos viven unos días de psicosis ante el miedo de que la tragedia se repita en otros glaciares que están experimentando el mismo proceso. Ayer mismo saltó la alerta en el glaciar del Planpincieux, en la vertiente italiana del Monte Bianco. El ayuntamiento de Courmayeur decretó la evacuación de una zona de Val Ferret situada bajo un serac que amenaza con desplomar 400.000 metros cúbicos de hielo sobre una decena de edificios.
Pocas esperanzas para los desaparecidos
Los equipos de rescate trabajan desde el domingo en la zona para intentar localizar a los desaparecidos. El domingo hallaron a las seis primeras víctimas mortales y ayer lunes se encontró una séptima, antes de que el mal tiempo obligara a interrumpir los trabajos ayer por la tarde.
Con el paso de las horas, van cayendo las esperanzas de encontrar más supervivientes. Los servicios de emergencias realizan la búsqueda mediante cuatro drones, dos de los cuales sobrevuelan la parte alta del serac caído y otros dos la parte media-baja. Además, cuentan con el apoyo de un helicóptero y múltiples efectivos en tierra, aunque la movilidad de estos está limitada por el riesgo de más desprendimientos.
La mayoría de los desaparecidos son italianos, aunque las autoridades locales han incluido en este grupo a los ocupantes de cuatro vehículos estacionados desde el domingo en el Passo Fedaia, dos con matrícula checa, uno alemana y otro húngara. Se sospecha que algunos desaparecidos podrían haber sido arrastrados a las grietas existentes en la ruta normal de la Marmolada, mientras que otros podrían encontrarse entre los detritos de la avalancha.
De todos modos, los equipos de rescate solamente pueden actuar en superficie. “No podemos excavar, pues la masa nieve está tan consolidada que no se puede horadar ni usando picos”, explicaba Maurizio Dell’Antonio, de Soccorso Alpino, a la agencia ANSA.
El 8 de Julio un evento al parecer similar en el Tien Shan.