David Lama y Peter Ortner han vuelto ha escalar juntos, y a abrir ruta, tras regresar a casa después de su mediática liberación de la Vía del Compresor del Cerro Torre. En esta ocasión, su objetivo era la cara norte del Loksa Stena, una estética pared vertical situada en el Parque Nacional del Triglav, en los Alpes Julianos (Eslovenia).
En su blog, el joven escalador austriaco explica que se encontraron con unas condiciones meteorológicas excelentes. “Mientras Peter y yo caminábamos por el bosque hacia el inicio de nuestra planeada ruta, casi me parecía que estuviéramos en primavera”, escribe. En los primeros 400 metros del itinerario no necesitaron cuerda, al superar dificultades todavía manejables. Después, la dureza de la vía empezó a cambiar.
Después de escalar seis largos, excavaron una pequeña repisa donde vivaquear y pasar allí su primera noche en la pared, metidos hasta el fondo del saco pero sin espacio para tumbarse. Fue una noche fría y dura: “Intenté mantener mis pies calientes torsionándolos, girándolos, estirándolos y apretándolos, ejercitándolos como recomienda Lufthansa en sus vuelos transoceánicos… Nada de eso funcionó y casi me reía de las sensaciones primaverales que había tenido durante la aproximación”.
Escalada difícil y arriesgada
Nada parecido a la risa se le ocurrió en el primer largo de la mañana siguiente cuando, sin sentirse los dedos, no era capaz de ver ya el lugar donde había colocado su último seguro. “’Sencillamente, no cometas ningún error’, pensaba para mí mismo y, despacio y con mucho cuidado, fui escalando hasta la reunión”, señala en su blog David Lama, quien añade que “Peter sintió exactamente lo mismo en el siguiente largo que él hizo de primero”.
Seis largos más adelante, Lama reconoce que “las cosas se pusieron demasiado peligrosas: las posibilidades de colocar cacharros llegaron a ser más y más raras, porque la roca era extremadamente lisa, e incluso las reuniones eran cada vez peores. Algunos de nuestros pitones se rompían de los martillazos constantes para meterlos y sacarlos”. Así pues, decidieron hacer una larga travesía hacia la derecha que les llevara a un terreno más fácil.
“Al anochecer, nos sentamos en una pequeña repisa, incluso más pequeña que la del vivac anterior” y tuvieron que esperar a las primeras luces de la mañana bajo un frío gélido, una nevada constante y vientos fuertes. Antes de las ocho de la mañana ya escalaban el primero de los dos largos a través de un gran diedro que les condujo hasta la cumbre del un pilar. Otros cuatro largos más les llevaron a un campo de nieve, donde Lama abrió huella durante los primeros cien metros, antes de ser relevado por Ortner hasta la cima. Llegaron allí poco después de mediodía.
La información de la vía, por David Lama
“Peter y yo, abrimos la vía en la cara norte del Loska Stena entre el 25 y el 27 de febrero de 2012, en estilo alpino y sin utilizar parabolts. La línea tiene unos 1.300 metros de longitud. Las dificultades rondan el grado 7 (5c) y M6. La exigencia total de la vía, sin embargo, es mucho mayor, debido a la escasa protección. Futuros repetidores deberían llevar un amplio abanico de pitones. Después de los primeros 600 metros, la retirada es difícil.”