Dani Arnold ha establecido un nuevo récord de velocidad en el espolón Walker, la mítica ruta abierta por Ricardo Cassin en la cara norte de las Grandes Jorasses, que ha ascendido en 2 horas y 4 minutos. Con este hito, Dani Arnold (34 años) ha batido el récord de velocidad en las tres legendarias caras norte de los Alpes (Eiger, Cervino y Grandes Jorasses) y lo retiene en las dos últimas.

Era el tercer verano consecutivo que Arnold pretendía batir el récord de velocidad del espolón Walker. En 2016 y 2017 el clima lo hizo imposible. Pero el pasado 27 de julio por fin todo encajó. Una ventana de tiempo perfecta le permitió escalar la Walker en muy buenas condiciones.
“Estoy increíblemente feliz y orgulloso de mi ascensión. Ha valido la pena esperar el momento adecuado, algo que no me ha resultado fácil porque la paciencia no es uno de mis puntos fuertes. Pero para hacer una ascensión así todo tiene que ser perfecto: incluso pequeños detalles cómo subir dos metros más a la izquierda o a la derecha marcan la diferencia en una pared de 1.200 metros”
Dani Arnold se había preparado meticulosamente para esta ascensión. Ya había escalado la Cassin del espolón Walker en otras tres ocasiones, la última vez dos semanas antes de la ascensión en la que situó el nuevo récord. Para conseguirlo tuvo que esperar el día ideal, que se da pocas veces en esta cresta de granito, en que tanto el clima como las condiciones son perfectas para poder escalar muy rápidamente.
Para dejar constancia del tiempo Dani Arnold registró toda la ascensión en su reloj, que registró altura, velocidad vertical, distancia, tiempo y otros datos. Además un cámara siguió su ascensión. Y también atestiguan este dato las llamadas que hizo desde la cima, así como otros escaladores que se encontraban en la ruta.
“He conseguido mi sueño: escalar muy rápidamente la tres grandes paredes norte de los Alpes. Un objetivo que ha estado rondando en mi cabeza durante años. Todo alpinista está fascinado por estas tres grandes paredes que son conocidas como los últimos grandes problemas de los Alpes”.
Cierra un círculo
“Todo comenzó con la cara norte del Eiger y ahora el círculo se cierra con la ascensión de las Grandes Jorasses”, resume gráficamente Dani Arnold, quien explica que “los preparativos, el entrenamiento y el desafío mental no fueron demasiado grandes para conseguir ascender muy rápidamente el Eiger y el Matterhorn. No fue fácil, pero lo conseguí.”
Dani Arnold se dio a conocer en el mundo del alpinismo en 2011, cuando ascendió la cara norte del Eiger unos 20 minutos más rápido que Ueli Steck, quien entonces detentaba el récord desde 2008. El suizo voló sobre la Nordwand en 2 horas y 28 minutos. Su marca volvió a ser batida por el propio Ueli Steck en noviembre de 2015, cuando la dejó en unas todavía vigentes 2 horas y 24 minutos.
En primavera de ese mismo año 2015, Dani Arnold se había embolsado ya el récord de velocidad en la ascensión a la cara norte del Cervino. En su particular homenaje a los 150 años de la primera ascensión de Edward Whymper, también rebajó el crono establecido anteriormente por Ueli Steck (2009), esta vez en 10 minutos, hasta 1 hora y 46 minutos.
Grandes Jorasses, algo diferente
A decir del propio Arnold, las cosas no fluyeron tan rodadas en las Grandes Jorasses. “Fue un poco diferente con las Grandes Jorasses. También es cierto que el punto de partida está en Chamonix y, por lo tanto, un poco más lejos de mi casa. Por eso me resultaba más difícil saber con exactitud cuáles eran las condiciones. Además, el momento ideal para escalar esta pared es a mediados de verano aunque esto tampoco es seguro porque las condiciones varían todos los años. El año pasado, estuve a punto de intentarlo. Pero las condiciones no eran perfectas. Mis ganas de volver a intentarlo en el verano de 2018 eran aún mayores. También ha sido importante que transcurriera este tiempo porque mi técnica y táctica han mejorado significativamente a lo largo de los años”.
Sin cuerda
Dani Arnold se confiesa “profundamente satisfecho y feliz” por el hecho de haber conseguido su objetivo. No solo en cuanto al crono, sino muy especialmente al cómo. Él mismo compara sus ascensiones exprés: “Mientras que llevé una cuerda de 50 metros en el Eiger, y una de solo cinco metros en el Matterhorn, ahora lo he hecho sin cuerda, sin arnés y sin un solo mosquetón en toda esta pared de 1.200 m de altura. Por supuesto, eso está asociado a grandes peligros, no quiero restar importancia a eso y era 100% consciente de ello. Me preparé absolutamente en serio y con la máxima precaución para la acción. Solo entonces fue posible establecer este nuevo récord”.
El suizo es un consumado especialista en las ascensiones en solo integral. El 24 de diciembre de 2017 escaló sin cuerda los 300 metros de la vía Beta block super (WI7) en Kandersteg.
Este es otro que no recibirá un piolet de oro por una actividad que sin ser extrema como la de Honnold, no está al alcance de cualquiera.