Kurt Diemberger es mucho más que uno de los alpinistas más importantes de la posguerra mundial, hasta el punto que -muy joven- fue seleccionado por el mítico Hermann Buhl para acompañarle en su expedición al Broad Peak (1957). Cima que alcanzó (con sus compañeros Fritz Wintersteller, Marcus Schmuck y Hermann Buhl) en un estilo muy ligero, sin sherpas, sin oxígeno, prácticamente en estilo alpino.

Merecen mucho respeto porque, cuando llegaron al campo base, se dieron cuenta de que no habían alcanzado la cima principal (un error que hoy en día siguen cometiendo algunos alpinistas) y no dudaron en volver a subir para llegar a la cumbre. Días después Kurt acompañaba a Hermann Buhl en el Chogolisa (7.665 m.) cuando este desapareció al caer por una cornisa que no vio debido a la niebla que les rodeaba cuando descendían tras un intento a la cima.
Más tarde Kurt Diemberger participaría en una atípica primera ascensión al Dhaulagiri (8.167 m.) en la que, una pequeña avioneta dejó a parte de la expedición en el campo 1, donde quedaron incomunicados (al estrellarse la avioneta) del resto del grupo, a pesar de lo cual ascendieron el que hoy en día es considerado uno de los ochomiles más peligrosos. (Alcanzaron la cima aquel 13 de mayo de 1960 -además de Kurt -P. Diener, E. Forrer, A. Schelbert y los sherpas Nyima Dorje y Nawang Dorje).
Toda esta época romántica del alpinismo, que comienza cuando recorría los Alpes en la bicicleta de su abuelo, la relata de una manera poética, humana y divertida en esa joya de la literatura de montaña que es «Entre Cero y Ochomil», un libro que ha inspirado a generaciones de alpinistas..
Más tarde, además de muchos viajes de alpinismo y exploración, alcanzaría las cimas del Makalu (8.467 m), Everest (8.848 m), ambas en 1978, Gasherbrum II (8.035 m) en 1973, Broad Peak (8.047 m) en 1983, K2 (8.611 m) en 1986. Estas dos últimas días las haría haciendo cordada con la británica Julie Tullis (nacida, curiosamente un día antes que Kurt, 15 de marzo 1936).
Con Julie formó durante años lo que bautizaron como «el equipo de filmación más alto del mundo». Juntos filmaron en el Nanga Parbat, en la arista norte del K2, la noroeste del Everest. Kurt ha compaginado siempre el alpinismo con la escritura y el cine de montaña. Ha sido un gran especialista en filmar en altura, de hecho ha sido la primera persona en rodar con sonido en la cima del Everest.
En 1986, tras alcanzar la cima del K2 con Julie Tullis, se vieron atrapados en lo que se convirtió en una trampa mortal para cuatro alpinistas, entre ellos Julie que fallecería en la noche del 6 ó 7 de agosto, posiblemente a consecuencia de las heridas internas que sufrió a raíz de la caída que Kurt y ella tuvieron cuando descendían de la cima.
En aquel mismo campo 4 morirían el británico Alan Rouse, y los austriacos Alfred Imitzer y Hannes Weiser. La polaca Dobroslawa Wolf fallecería en el descenso. Antes, en las semanas anteriores, habían muerto otras ocho personas. Lo que daría la triste cifra de 13 muertos en total en aquella trágica temporada de 1986 en el K2.
En recuerdo de Julie Tullis Kurt Diemberger escribió uno de los libros de montaña más bellos: “K2, el nudo infinito”. En el relata aquella temporada en el K2 (y otras vivencias en montaña) profundizando en las causas de la tragedia que provocaron la muerte de aquel grupo de alpinistas atrapados por la tormenta en el campo 4.
A sus 87 años Kurt sigue lleno de energía, escribiendo y dando conferencias por todo el mundo. Recientemente estuvimos con él en Bilbao Mendi Film Festival donde recibió el premio anual que concede la International Alliance for Mountain Film-IAMF. Allí mantuvimos esta conversación con este gran personaje, siempre entrañable, lleno de vitalidad, humor y creatividad.
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