Alex Honnold y Tommy Caldwell se han embarcado en una larga aventura este verano. Una aventura de dos meses de duración y unos 4.000 km de distancia, que los ha llevado desde Colorado (Estes Park) hasta el sur de Alaska en bici –con ocasionales secciones de navegación en kayak– y en la que han ido alternando escaladas y ascensiones. El broche de oro final ha sido la travesía completa del macizo Devil’s Thumb, que fueron los primeros en llevar a cabo en el día.
La historia, de la que se han ido conociendo detalles a cuentagotas desde finales de agosto, ha sido realizada con un gran apoyo mediático y verá la luz en exclusiva a través de National Geographic, en formato audiovisual. De ahí que no haya trascendido el contenido completo, más que a través de breves comentarios de los dos protagonistas y del equipo que los acompañó.
Alex Honnold resumía su actividad como “una aventura épica” en sus redes sociales y la explicaba con su característica sencillez: “Fuimos en bici desde Colorado hasta Alaska (con la ayuda de un bote cuando llegamos a la costa) y finalmente hicimos la travesía del Devil’s Thumb”. También Tommy Caldwell apuntaba lo fundamental de su periplo: “Después de casi dos meses de pedalear, escalar, navegar, reír y aprender, alcanzamos nuestro destino final con una travesía en el día del skyline del Devil’s Thumb”. Para él, “a nivel personal, este ha sido un viaje increíble de amistad y dureza elegida, pero en un sentido más amplio esto ha tratado sobre encontrar nuestro rol en la protección de la naturaleza y convertirnos en mejores representantes de nuestro planeta”.
Entre el equipo de al menos cinco cámaras escaladores, destaca la presencia de Taylor Shaffer, que fue quien los acompañó de forma casi permanente durante ese par de meses. Anduvieron kilómetros y kilómetros en bici por Wyoming, Montana y British Columbia, y escalaron picos y grandes paredes en los Boogaboos o el Wind River Range (Mt. Hooker).
Devil’s Thumb en el día
Desde la perspectiva del alpinismo, lo más remarcable del viaje de Alex Honnold y Tommy Caldwell fue su travesía del Devil’s Thumb en el día. Recorrer todo el perfil de este macizo fue una fantasía onírica para el alpinismo durante bastante tiempo, hasta que Jon Walsh y Andre Ike la intentaron en 2004. Esta cordada escaló las cuatro agujas de las Witches’ Tits y las Cat’s Ears, pero una cuerda dañada motivó su retirada antes de meterse en le cima principal.
En 2010, Colin Haley y Mikey Schaefer regresaron al lugar para completar la línea, escalando las cuatro agujas y alcanzando también la cumbre del Devil’s Thumb. Necesitaron para ello tres jornadas de actividad y dos vivacs. Bautizaron su realización como Diablo Traverse (5.10, A2).
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Muchas gracias, Julio. Como bien dices, estas cosas te enseñan a apreciar más la vida. Sólo puedo salir dos días al mes a la montaña, pero quizá por eso los vivo más intensamente.
Lo primero es lo primero. Mucho ánimo Jorge. Estas vicisitudes de la vida nos hacen recordar, precisamente, lo valiosa y frágil que es. Hay que aprovechar cada momento que se pueda.
Respecto al artículo. Coincido en que se podía hacer hecho de forma más inteligente. Hay deportistas extremos que son excelentes cámaras. Jimmy Chin, sin ir más lejos. Uno o dos podrían haberles acompañado en la aventura, sin necesidad de recurrir a una furgoneta y un equipo pesado. Hoy en día hay material ligerísimo y de calidad casi de cine.
Pero, cuando tienes a Disney detrás, supongo que lo haces a su manera (por todo lo alto) o te quedas sin hacerlo y pierdes el patrocinador para futuros proyectos.
Sea como sea, tampoco es tan criticable. Lo importe es que llegue el mensaje para inspirar a que otras personas hagan ese tipo de actividades.
Por poner un ejemplo, hace no demasiado hubo un escalador (o grupo) que fue a hacer algo en Yosemite desde Europa. No recuerdo bien quiénes, pero quería “dar ejemplo” de poco impacto medioambiental. Viajaron en barco y llegaron a México. Ahí compraron una furgoneta vieja y fueron hasta Yosemite. Fue algo así.
Pues bien. Yo mismo calculé el impacto medioambiental del vuelo desde donde salieron en Europa hasta Los Angeles y el de conducir una furgoneta estándar (era un cacharro) desde donde llegaron en México hasta Yosemite y ¡¡¡era mucho mayor!!! No hice el cálculo absoluto, pero ocupando dos plazas en un transporte público desde LA a Yosemite es seguro que el viaje en avión hubiera sido menos perjudicial que lo que hicieron.
No solo hay que ir intentando dar lecciones. También hay que tener un cerebro sobre los hombros, y usarlo.
Así que lo de Alex y Tommy con bici y kayak ¡Olé por ellos!
El plan es guapo, pero les seguía una furgoneta de apoyo, con el material pesado, y el equipo de filmación. Y no han vuelto a casa pedaleando. Sin más, no lo critico, han disfrutado. Genial.
Vamos ha esperar al reportage, a ver que tan ecologico es! Viajar e bici en autonomía requiere cierto material voluminoso y pesado, lo sé por experiencia, si añadimos todo el material para las escaladas, pues no te digo. Y los camaras como se desplazaban…
Imagino que las bicis y el kayak los dejarán a pie de vía…
Me adhiero a la propuesta de Mudhoney de hacerlo por el planeta pero no publicarlo en redes sociales.
Yo, que tengo que cuidar a mi madre con Alzheimer y amo la montaña, sólo puedo sentir envidia (poco sana) por cualquiera que pueda disponer de dos meses para llevar a cabo algo así.
Esto si que son buenas noticias. Y todo un ejemplo. ¿Quién va a escalar en bici, cargador con todo el material y encadena algo? .
Igual no encadenas pero tampoco contaminas.
Yo no lo hago mucho porque es inhumano de duro, pero me propongo hacerlo más… y por supuesto no publicarlo en redes, lo haré más a menudo por el planeta no por mi frágil ego.