No es un secreto que Alaska posee algunas de las montañas más salvajes del planeta. Cordilleras prácticamente inexploradas que son un terreno de juegos privilegiado para los alpinistas –sobre todo nortamericanos- con ansias de aventura y exploración alpinas. No son cumbres tan altas como las del Himalaya y el Karakórum, pero el estilo ligero es mayoría, y las actividades realizadas allí recientemente ponen de manifiesto la importancia del lugar.
Samuel Johnson, en solitario al Mt. Hayes
Temperaturas nocturnas demasiado frías para su plan original (entre -30 y -35ºC) y un compañero de cordada enfermo, llevaron a Samuel Johnson a trazar un ambicioso plan B: la cara sureste del Mt. Hayes (4.229 m) en solitario. El nuevo objetivo se encuentra en una vertiente más soleada y por tanto más caliente, además de ser asequible sin la teórica necesidad de vivaquear.
Samuel Johnson realizó su ataque a la línea de unos 2.000 metros de desnivel en 18 horas de campo base a campo base, situado en el Trident Glacier. Con una cuerda de 60 metros y bastante ligero de material, se enfrentó a dificultades máximas de AI3, M3. Lo más arriesgado fue el descenso, a través de una arista este plagada de grietas.
Según la documentación con que contaba Samuel Johnson, esta podría ser la segunda ascensión de la cara sureste del Mt. Hayes y la primera absoluta en solitario de esta montaña.
Scott Adamson, en libre a la Moose’s Tooth
En el mismo escenario escogido por David Lama y Dani Arnold para abrir su Bird of prey (1.500 m, 6a, M7+, 90º, A2), la enorme cara este de la Moose’s Tooth, Scott Adamson realizaba un par de actividades muy remarcables con compañeros diferentes. Primero, se anotó la primera en libre de la pared, al escalar NWS (1.400 m, V, AI6, M5) con Pete Tapley en dos días de mediados de abril. Adamson tenía este objetivo en mente desde hacía tiempo y, de hecho, había realizado dos intentos previos en 2008 y 2010.
Scott Adamson, para quien las condiciones del hielo en la Moose’s Tooth esta primavera han sido las mejores que que había visto, se encordó unos días más tarde con Chris Wright para abrir una nueva ruta en la misma pared. Invirtieron 67 horas consecutivas en su apertura de Terror (1.500 m, VI, WI6, M7 R/X, A2).
Aperturas en la Ruth Gorge
En otro punto de la región, la Ruth Gorge, ha dado para varias nuevas aperturas esta primavera. Por un lado, Todd Tumolo y Dusty Eroh realizaban la primera ascensión de Neve ruse (1.200 m, V, AI5 R/X) en la poco concurrida cara norte del Mt. Bradley (2.775 m). Sólo nueve días más tarde de aquella apertura, el propio Todd Tumolo hacía pareja con Josh Hoeschen para escalar otra ruta básicamente nueva aunque con algunos tramos coincidentes con itinerarios previos que han dado en llamar The fire escape (1.200 m, V, AI4, 5.6, 65º).
Por el otro lado, Peter Doucette y Silas Rossi, dos habituales de Alaska, se fijaban en un pico de unos 2.300 metros satélite del Mt. Johnson (2.579 m) para abrir allí Twisted stair (700 m, V, WI6 R/X, M6+).
Mark Allen y Graham Zimmerman en el Mt. Laurens
Finalmente, el apenas frecuentado Mt. Laurens (3.061 m), en la zona del Lacuna Glacier, fue la montaña elegida por Mark Allen y Graham Zimmerman para estrenar el Northeast buttress (1.400 m, V, A1, AI4, M7), que se ha convertido en la “aventura favorita en la cordillera de Alaska hasta ahora” para Mark Allen. Una combinación de aproximación aventurera, alpinismo de exploración y escalada desafiante, según sus protagonistas.
Estoy de acuerdo con el comentario anterior. Ya estamos algo cansados de cuerdas fijas en ochomiles y polémicas varias. Estas actividades seguro aportarían reportajes interesantes y caras nuevas.
Cada una de estas actividades daría para un buen reportaje. Muy interesantes todas. Las pocas fotos son espectaculares, ya podría haber más.